La derrota de Olimpia es fiel reflejo de lo sucedido en la cancha del estadio Francisco Martínez Durón de Tocoa, donde sus jugadores perdieron los duelos contra el entusiasta Real Sociedad.
En el ataque del cuadro capitalino, Roger Rojas y Washington Ramiro Bruschi se quemaron tratando de encontrar un hueco entre Henry Clark y Dilmer Gutiérrez, pero los centrales de la Real Sociedad se fajaron como si fueran expertos en finales.
En el segundo tiempo, después de las dos expulsiones, la pareja tocoeña se sintió en el paraíso y sus contrincantes terminaron agotados y sentados en el banquillo para darles paso a sustituciones.
En el otro frente, Fabio de Souza sudó la gota gorda pretendiendo tener a raya al goleador Rony Martínez, ansioso por marcar su diana número 14 y a veces se desesperó tanto que se movió por todo el frente de ataque y desperdició energías, pero hizo pasar un mal rato a los zagueros olimpistas.
Rony atrajo marcas y así Diego Martínez se convirtió en la figura el triunfo en la ida. Supo estar a la hora indicada para empujar el balón y exhibirse mejor ante el seleccionador Luis Fernando Suárez, que estaba en un palco definiendo de una vez por todas su convocatoria en el próximo microciclo de la Bicolor. Tiene méritos de sobra. Es un pasador de primera.
Diego, fino de cuerpo, mostró por todos lados sus frenillos de adolescente en señal de alegría tras la hazaña histórica en cancha propia, “de la Selección no sé nada. Estoy sacando el pasaporte por mi propia cuenta. Eso no significa que ya haya recibido alguna convocatoria”, explicó Johnny Palacios no tuvo todo el tiempo para le evaluación. Se quiso hacer respetar inadecuadamente. Ya Osman Melgares, Diego y Rony lo tuvieron loco y la roja lo despachó a camerinos.
Los minutos finales, con dos hombres menos, puso hasta al experimentado Noel Valladares fuera de casilla. Un niño recogebalones lo denunció por haber recibido insultos del mundialista que le pedía no mandar con rapidez la pelota. Esta historia continuará…