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La fuerza del Hulk de Brasil

  • 20 octubre 2012 /

Givanildo Vieira de Souza cuenta la historia de su apodo y esa experiencia que lo hizo salir de su país a los 15 años. Ahora es figura del Zenit de Rusia.

El frío, el idioma, las diferencias culturales: todos estos elementos podrían ser motivos para que el brasileño Givanildo Vieira de Souza, más conocido como Hulk, tuviese problemas para adaptarse a su nuevo hogar, Rusia, donde defiende los colores del Zenit de San Petersburgo, club que pagó por él 75 millones de dólares.

Desde bien joven, el atacante de la Seleção aprendió que, en su caso, las oportunidades no llegarían por el camino fácil, sino que sería él quien tendría que ir en su busca, según dijo a Fifa.com.

-¿Cómo fue la experiencia de irse a Japón tan joven?

A los 18 años pensaba que la adaptación me iba a resultar difícil, pero fue muy fácil. Encontré un país que lo ofrecía todo, con una gran estructura. Y, en los clubes en los que jugué, siempre había brasileños para ayudarme.

-Y antes pasó por Portugal, siendo todavía juvenil.

Fui a Portugal con 15 años. En aquel momento estaba en el Corinthians, en Sao Paulo, haciendo una prueba, y mi representante me llamó: “Vamos para Portugal”. Hice las maletas y allá fui. Pasé un año y aprendí bastante: vivía y me entrenaba con el plantel profesional.

-¿No haber jugado en Brasil complicó ganarse el cariño de la afición?

Después de haber jugado muchos partidos con la selección, todavía surgen dudas, ¿no? No todo el mundo me conoce ni sabe cómo juego. Me fui de Brasil muy pronto: solamente jugué 70 y pico minutos como profesional. Así que es normal que haya esos interrogantes cuando se habla de mí.

-¿En aquella época, tácticamente, ya jugaba más o menos de la misma manera que hoy?

Ha cambiado un poco por la forma en que acostumbran a jugar los equipos brasileños, que recurren más al 4-4-2, mientras que en Europa, en general, se utiliza más el 4-3-3.

-¿Pero nunca ha sido un delantero centro?

No, nunca he sido delantero centro. Siempre más un segundo punta, que se escora a las bandas, se mueve, va a buscar el balón. Pero en Europa pasé a jugar todavía más abierto. Aunque he actuado muchas veces como ariete, por el centro.

-¿Y siempre más a la derecha, a pesar de ser zurdo?

Sí, siempre. Ha sido natural. Siempre me ha gustado jugar por ese lado.

-Su porte físico engaña: parece que usted es solo un jugador fuerte, y no veloz y habilidoso, a pesar de que sí lo es.

Como no me conocen, a veces el físico transmite una impresión incorrecta: “Ah, entonces será de un estilo más de ir al choque”, cuando en realidad yo nunca he sido de los que buscan el choque, sino que me gusta jugar: tocar el balón, subir.

-¿Y cómo le pusieron este apodo de Hulk?

Fue de niño, a los tres años, porque me gustaba mucho ese personaje, Hulk, y le decía a mi padre que yo era fuerte, que tenía esa fuerza. Y ahí mi padre dijo: “Vale, entonces eres Hulk”. Y me quedó, hasta hoy. Para ayudar, al crecer me hice fuerte, así que me ha venido bien (risas).

-A pesar de esas dudas de la afición, no le ha costado ganarse la confianza de Mano Menezes.

Creo que la principal prueba de eso es que me llevase a los Juegos Olímpicos y más aún como uno de los tres jugadores por encima del límite de 23 años. Por desgracia no conseguimos llevarnos el oro.

-¿Lo sorprendió verse en la convocatoria?

Al principio del año ni me lo imaginaba. Pero después de los dos amistosos de mediados de año (contra Dinamarca, Estados Unidos, México y Argentina) ya pensé que podría estar en la lista.

-Al llegar al Zenit habló mucho de las aspiraciones del club de confeccionar un gran equipo.

Durante todo el mercado de fichajes se mencionó mi nombre en varias operaciones de clubes grandes, pero las ofertas no me interesaban ni al FC Porto. Yo ya había hablado con (Luciano) Spalletti incluso antes de firmar por el Zenit. Me habló muy bien del club, de la gran estructura que tiene y el proyecto de montar un gran equipo. Y, al llegar, pude comprobar que así era. Estoy convencido de que el Zenit va a ser uno de los grandes de Europa.

-Para esta temporada ¿cuál es el gran objetivo del equipo?

Ganar la liga rusa es importante, claro, pero creo que la gran meta es hacer un buen papel en la Liga de Campeones: aunque hemos perdido los dos primeros partidos, todavía no hay nada perdido. Tenemos las condiciones y la calidad necesaria para pasar de fase.

-Usted disputó la Uefa en cuanto llegó al FC Porto. ¿Es un torneo especial para los equipos del continente?

Es el torneo más importante porque sabemos que reúne a los mejores equipos y jugadores. Equipos de Portugal y Rusia, cuyas ligas no se transmiten por todo el mundo, a diferencia de las de Inglaterra, Italia. Y no voy a desaparecer, eso seguro: voy a estar marcando goles y actuando siempre. Mano siempre nos dice que está atento en todo momento, sean cuales sean la liga y el equipo.