06/11/2024
02:24 PM

¿Extraterrestre, Messi?

Un periodista le preguntó en Londres: ¿De qué planeta vienes?, así como un día lo hicieron con Maradona. El astro del Barça ha alcanzado récords increíbles.

Es un extraterrestre. Cinco goles hoy, tres goles mañana, una jugada espectacular ayer. Eso es Lionel Messi. Verlo jugar es tener un encuentro cercano del tercer tipo. Cautiva, sorprende y deslumbra. Nos deja a todos con la boca abierta una y otra vez. Cada partido, cada día nos muestra un poco de sus poderes.

Esos que son, indudablemente, de otra galaxia. Alguna vez el gran Víctor Hugo Morales en nombre de todos los argentinos le preguntó a Diego Maradona: ¿De qué planeta viniste?, pero Diego nunca respondió, sólo siguió jugando. Hoy, la duda se centra en Lionel.

Las deslumbrantes actuaciones que tuvo –y tiene- a lo largo de su carrera, la velocidad que alcanza a la hora de picar al vacío y, sobretodo, ese electrizante dribbling cuando tiene la pelota en los pies, nos hace pensar si él es realmente de este mundo. Pero en este caso la incertidumbre no es sólo Argentina. Así como Wayne Rooney se deshizo de elogios ante las actuaciones de la Pulga, no sería raro imaginar que en Londres algún periodista ya se haya preguntado: “Lionel, which planet do you come from?”.

Con tan solo 24 años humanos, el crac del Barcelona sigue creciendo. Todavía no hubo rival que haya encontrado la criptonita capaz de detenerlo. A la explosiva diagonal de derecha a izquierda con la que se presentó en sociedad, Lionel le agregó variantes y conceptos.

A su rapidez supersónica le sumó visión periférica, asistencias en profundidad que destruyen defensas como si fuesen rayos láser y, además, le añadió un abanico de definiciones sorprendentes. Una frialdad que parece provenir del mismísimo Plutón.

Pero lo más extraño no son sus recursos, sino su capacidad de maniobrar en el límite del espacio y el tiempo. Él siempre encuentra un hueco, siempre espera una décima más, siempre mete un gol.

A SUS PIES

La mayoría de los terrícolas contemporáneos ya se rindieron a sus pies. Rooney, Agüero y Xavi son algunos de los que lo nombran como el mejor. Futbolistas de otras épocas como Diego, Franz Beckenbauer y Alfredo Di Stéfano ya no disimulan su idolatría por él.

¿Cuánto faltará para que Pelé también lo haga?¿Cuántos récords más tendrá que romper Lio para que el amigo de la casa reaccione? Son preguntas que solo el tiempo responderá. No obstante, el countdown hacia los ¿1,238? goles ya arrancó y está en franco avance.

En Argentina todavía existen algunos incrédulos que esperan algún estudio de la Nasa que ratifique su procedencia. No entienden que lo importante es que la Pulga juega con esa camiseta. Tiene que ser un orgullo.

Recordemos que el mismo Lio tuvo la oportunidad de vestir la camiseta de España, país que lo alojó desde que era un simple adolescente de 13 años. Sin embargo, eligió jugar para la albiceleste, porque le dijeron que allí había nacido, le comentaron que él es de Rosario, Santa Fe. Se lo creyó.

Y Ahora forma parte del equipo argentino. Aunque la verdad es que todos sabemos que su verdadero hogar es el área. ¿51? Puede ser, pero no; en este caso es el área penal. Ese rectángulo marcado en el césped. Allí Messi se divierte, se siente como en su casa y se mueve como si la gravedad de la Tierra no pesara sobre él. Como si estuviera flotando.

Lionel ya se convirtió en el mayor goleador de la historia del Barcelona. Pero César Rodríguez puede estar tranquilo. Sólo un extraterrestre fue capaz de superar semejante récord.