Leandro Benítez anotó dos veces y Estudiantes superó ayer 2-1 a Pohang Steelers para avanzar a la final del Mundial de Clubes.
Pohang Steelers terminó el encuentro con ocho jugadores.
Benítez le dio la ventaja al campeón argentino de Sudamérica con un tiro libre al filo del entretiempo, y aumentó la diferencia a los 53.
El brasileño Denilson marcó a los 71 por el equipo surcoreano, monarca de Asia, cuando todavía tenía 10 jugadores. Sin embargo, las esperanzas se evaporaron con las expulsiones de Jae Sung Kim y el portero Hwa Yong Shin.
Estudiantes enfrentará en la final al ganador del partido de hoy entre el campeón europeo Barcelona y el monarca de la Concacaf, Atlante.
Ésta es la segunda final del equipo argentino desde 1968, cuando el torneo se llamaba Copa Intercontinental.
“Fue un partido difícil porque éramos los favoritos”, dijo el técnico de Estudiantes, Alejandro Sabella. “Ustedes creen que el ganador de la Liga de Campeones y el campeón de la Copa Libertadores siempre llegarán a la final”.
Benítez anotó su segundo tanto en la boca del arco con un pase perfecto de Enzo Pérez.
“El partido se abrió con el segundo gol y se hizo más difícil para los surcoreanos”, indicó Sabella. “Nos hubiese gustado anotar más goles”.
Los surcoreanos descontaron con el tercer gol del Denilson en la competencia. El artillero brasileño remató de volea un pase de cabeza, aunque el árbitro juzgó erróneamente la jugada ya que Denilson estaba adelantado.
Las acciones se complicaron a partir de ese momento con una serie de faltas que provocaron las otras dos expulsiones.
Shin fue expulsado a los 77 cuando salió del área para intentar detener un contragolpe de Estudiantes y Denilson lo reemplazó en el arco.
“El resultado no refleja lo que vimos en la cancha, principalmente por las fallas del árbitro”, expresó el entrenador de Pohang Steelers, Sergio Farías.
A ambos equipos les queda un partido por delante. A Estudiantes frente a Barça o Atlante en la final, y al Pohang Steelers ante el perdedor entre éstos.
