León XIV no vino a decirnos que necesitamos más “influencers” católicos. Vino a decirnos que necesitamos más santos digitales. Más testigos con entrañas.
Pero lo que está difícil de entender es la actitud de líderes actuales de edad intermedia que actúan con denotada soberbia en momentos cuando lo lógico es la conciliación y el diálogo.