He buscado “la orden” que recibiera Enrique Chinchilla, Plata y Ártica, para en complicidad con Mel Zelaya Ordóñez hacer un festín de muerte el 25 de junio de 1975.
Las catorce víctimas, que se dirigían a Tegucigalpa para participar en una marcha nacional contra el hambre convocada por la UNC, fueron interceptadas en Olancho.
Capturaron a “El Fantasma”, uno de los presuntos responsables de la peor masacre de Honduras, en la que murieron 28 personas, incluidos siete niños, en un autobús de la colonia Ebenezer.