No se trata de repartir migajas para tranquilizar la conciencia, sino de reconocer que los pobres son protagonistas de la historia que Dios escribe en la tierra (102).
Con apoyo de China, Honduras inaugura en Comayagua una planta agroindustrial que forma a 325 jóvenes y transforma hortalizas, cárnicos y lácteos con tecnología de última generación