Este mecanismo de desviación de fondos para fines distintos a los presupuestados ha sido y continúa siendo una práctica de todos los partidos políticos hondureños.
¿Pero qué pasó con Narciso? Los dioses castigaron su engreimiento, haciendo que se enamorara de sí mismo. Así que cuando vio su imagen reflejada en un estanque, quedó fascinado.