Y es que realizarnos no significa convertirnos en alguien más exitoso o más productivo. Significa recordar lo que somos en esencia: seres completos, suficientes, dignos de amor y de verdad.
Frustración, desengaño, alienación son los sentimientos que hoy albergan todos los hondureños que esperábamos una nueva nación, dedicada al beneficio colectivo, de cara al sol, digna y próspera.