Marlon Martínez abandonó su sueño de ver a flote a la embarcación Rosalinda y se marchó del país, pero antes la donó con la esperanza puesta en su nueva dueña.
El velero Rosalinda sigue encallado en Amapala. Pese a que los ladrones han hecho de las suyas con el velero, buscarán que transporte gente de escasos recursos