Autopsias a los cuerpos de Dioni Solórzano, Nikendra McCoy y María Cruz establecen que tenían heridas de arma de fuego en la cabeza. Buscan capturar al sospechoso Gilbert Reyes.
Hombres armados llegaron a una pulpería, donde dos de las víctimas departían con otros dos hombres, y les dispararon. Las otras dos víctimas acababan de llegar al negocio.