En una de sus célebres fábulas, Esopo relata la historia del rey león, quien, cansado y envejecido, se encontraba enfermo en su cueva. Todos los animales, excepto la zorra, acudieron a visitarlo con la esperanza de brindarle apoyo. Aprovechando la oportunidad, el lobo lanzó una acusación despectiva hacia la zorra: “Ella no muestra ningún respeto por vuestra alteza; ni siquiera se ha acercado a saludarlo o a preguntar por su salud”.