Los “amigos” del hondureño le dispararon en un carro y fueron a tirar el cuerpo a un lugar solitario. No han sido capturados ni se sabe nada de su ubicación.
Kevin Torres, de 35 años, que llegó a Estados Unidos en 2018, era organizador de un torneo de fútbol en Baltimore, además era entrenador de uno de los equipos, con el cual se consagró campeón horas antes de ser asesinado.