El gran problema es que aparte de obstaculizar el paso al peatón así como a los conductores en caso de darse una tragedia no pueden ingresar ni carros de bomberos mucho menos ambulancias.
El desorden en la mesa seguía estando ahí. Papeles, lápices y marcadores seguían impidiendo, incluso, comer con tranquilidad. Todo ello alrededor de un mes aproximadamente. Era hora de pasar al siguiente nivel. Le dijo, entonces, el papá a su hijo: “Podría decirte