Magistrales cortes, posiciones de mil formas y piezas de texturas dan vida a hermosos vestidos, todos concebidos con la magistral técnica de patchwork.
Estas uniones de pequeños apliques de tela son el nuevo furor de la elegancia que han pluralizado diseñadores como Phillip Lim, Peter Pilotto, Christopher Kane, Óscar de la Renta, Martha Medeiros, Tracy Reese o firmas como Gucci, Self Portrait, Warehouse o Lanvin.
“El patchwork es simplemente un reciclaje muy bien logrado de trozos de tela que están cosidos de forma que creen un diseño de mucha originalidad. Aunque parezca complejo, muchas casas de moda lo están adaptando a sus creaciones”, explica la diseñadora Giselle Matamala.
Para aprender. Esta opción de vestimenta se basa en tres técnicas: la precisión del trazado, el corte y el ensamblado de piezas. “Antes las mujeres de Estados Unidos, obligadas por la crisis, remendaban sus vestidos con parchos y así reciclaban aquellos vestidos con partes en buen estado”, comenta la diseñadora Felícita Márquez.
También se puede conjugar tonalidades y adornos. Cada fragmento nace en el patronaje. El primer paso es coser un pedazo de tela sobre otro en forma de aplique.
Es un universo de posibilidades “que brinda el patchwork y en las que se puede dar rienda suelta a la creatividad del diseñador. Por eso está muy de moda. Es urbano, pero con telas delicadas se puede crear un vestido más glamuroso”, aconseja el diseñador Walder Cruz.
Estas uniones de pequeños apliques de tela son el nuevo furor de la elegancia que han pluralizado diseñadores como Phillip Lim, Peter Pilotto, Christopher Kane, Óscar de la Renta, Martha Medeiros, Tracy Reese o firmas como Gucci, Self Portrait, Warehouse o Lanvin.
“El patchwork es simplemente un reciclaje muy bien logrado de trozos de tela que están cosidos de forma que creen un diseño de mucha originalidad. Aunque parezca complejo, muchas casas de moda lo están adaptando a sus creaciones”, explica la diseñadora Giselle Matamala.
Esta tendencia también llega a esos vestidos más sofisticados
gracias a la unión del encaje, la blonda, transparencia o el tul bordado.
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También se puede conjugar tonalidades y adornos. Cada fragmento nace en el patronaje. El primer paso es coser un pedazo de tela sobre otro en forma de aplique.
Es un universo de posibilidades “que brinda el patchwork y en las que se puede dar rienda suelta a la creatividad del diseñador. Por eso está muy de moda. Es urbano, pero con telas delicadas se puede crear un vestido más glamuroso”, aconseja el diseñador Walder Cruz.
“Cada uno son piezas únicas porque para crear un diseño en patchwork se requiere un gran trabajo de precisión de cortes y de estructurar la prenda en base a cada pedazo de tela”, comenta Matamala.
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