John Galliano aprendió la lección

  • Actualizado: 08 abr 2016

Redacción.

Atrás ha quedado la controversia. John Galliano es otro. El diseñador está renovado, purificado y rehabilitado.

Para hablar de su nueva vida tras tocar fondo por su adicción al alcohol, el que fuera la mente maestra de Christian Dior concedió una entrevista a Women’s Wear Daily donde explotó de emociones y confesó lo que antes nadie imaginaba.

“Estoy en un lugar mucho mejor: en una abstinencia total, me siento mucho más feliz. Soy una persona distinta. No diré que la tentación o el deseo han desaparecido por completo. Es una enfermedad”, recalcó.

Galliano enfrentó el rechazo de muchos conservadores de la alta costura en Europa, el repudio de la comunidad judía y el despido irremediable de una de las casas de moda más respetadas del mundo: Christian Dior.

Todo eso pasó por decir que amaba a Hittler y agredir verbalmente a una pareja judía: “La gente como usted tendría que estar muerta. Su madre, su padre, todos en la cámara de gas”, dijo el diseñador totalmente ebrio mientras era grabado con un teléfono.

Renovación total

El Galliano del ayer era extravagante, le encantaba llamar la atención y tener a todos a sus pies. Tras cada desfile en Dior, se contoneaba en la pasarela para recibir las ovaciones con altivez y orgullo.

Ahora es diferente. Ahora da largos paseos por el campo, alejado de los excesos de las fiestas que rodean al mundo de la moda. Tras conseguir trabajo en Maison Margiela, ahora se limita a trabajar. Ya no es aquel diseñador egocentrista que lo único que hacía era alta costura de la buena y vanagloriarse.

La editora de Vogue Estados Unidos, Anna Wintour, y el presidente de Condé Nast Publications, Jonathan Newhouse, fueron dos piezas claves para su retorno. Ellos le animaron a volver a crear.

Galliano estaba totalmente caído. Tocó fondo y supo que era el infierno en la tierra. Nadie quería saber de él. Se quedó sin amigos, sin trabajo y hasta sin su propia firma John Galliano, que ahora es creada por Bill Gayten.

Impulso

La maison Margiela le hizo resucitar en la moda. Cuando llegó a la firma solo se centró en la ropa, el creativo volvió a los orígenes y solo pensaba en crear.

“Fue fundamental para trabajar con maison Margiela”. Stefano Rosso, uno de los propietarios de la marca, fichó a Galliano en 2014, ya entonces comentó que el creativo estaba “muy tranquilo y centrado”.

Para el creativo originario de Gibraltrar “hubo momentos de oscuridad en el que no siempre entienden, porque uno está tratando de entenderse a sí mismo o perdonarse a sí mismo o tratar de entender lo que pasó. Tratar con un montón de cosas. He aprendido este concepto paso a paso, día a día. No entendía la cosa de día a día”.

John, que trabajó para Dior por más de 15 años, confiesa además que cuando le llega la tentación de tomar licor “corro a una reunión, me concentro en mi rutina diaria y en ser pragmático”.

Gracias a una intensa rehabilitación, Galliano pudo colaborar con la firma Óscar de la Renta, se convirtió en asesor de cosméticos de la firma rusa L’Etoile y ahora ya cuenta con un trabajo estable y dentro de una casa de modas de prestigio y con una imagen en ascenso.

“Soy muy feliz, y estoy agradecido con todo el mundo que me ayudó a llegar a este punto. Es un trabajo duro”, ha recalcado.

Terrible

Para rematar la conversación con Women’s Wear Daily, el diseñador dijo que mientras trabajaba en Dior, todo era trabajo y su salud “se caía a pedazos”.

Pasaba días enteros en la oficina y que no sabía cuando era día o noche y si al fin salía, corría por un poco de licor. También declaró que había comenzado a mentir y solo las personas cercanas a él lo habían notado.

Ahora parece que la vida le está dando una segunda oportunidad en la industria.