Moda y belleza
Trajes de novio monocolor en verde, beige o celeste -lejos de los clásicos gris, negro o azul marino,- e incluso trajes con transparencias, lazos o mallas con brillantes son algunas de las tendencias de moda nupcial masculina que ha dejado la última jornada de desfiles de la Barcelona Bridal Fashion Week (BBFW).
La firma gallega Ramón Sanjurjo, una de las pocas marcas especializada en moda de hombre en esta pasarela, ha presentado una colección marcada por el color vivo y el pantalón acampanado, ha explicado a EFE desde bambalinas el CEO de la marca, el extremeño Óscar Montero.
Con la vista puesta en los novios más jóvenes y amantes de la moda, apuestan por la “creatividad” y dejan claro que su producto no es el “de siempre”.
Aun así, tienen varias líneas básicas de traje: la clásica, con corbata ancha; la de cuello Mao y corbatón con broche y botones con Svarovksi, y la más retro de americana con botonadura cruzada.
En la propuesta monocolor de Sanjurjo, el color llega hasta los pies, con zapatos de piel de la misma gama que los trajes a medida que han pensado para el próximo año y que incluyen el burdeos y el blanco roto. ”Vestimos a las personas más atrevidas o amantes de la moda que les gusta ir un poco por delante, adelantarse al público general”, ha añadido.
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Otro que ha mostrado una atrevida colección es el italiano Carlo Pignatello, firma que juega fusionar la moda nupcial con la de pasarela y ha mostrado tendencias tan poco habituales en colecciones de novio como transparencias, redecillas con brillantes y americanas de seda en colores como el negro y el rojo.
Francesco Pingatelli, director creativo de la firma, y sobrino de Carlo, el fundador, han adelantado a EFE antes del desfile que su propuesta 2024 parte de dos conceptos: “sensualidad y elegancia”.
”La inspiración es la de las fiestas del Hollywood de los años dorados. Pero no el de las ceremonias de premios, sino el de las fiestas que se alargaban hasta el amanecer, cuando las pajaritas ya desaparecían y las americanas y camisas se desabrochaban”, apunta.
Pignatelli ha señalado que en Italia, como en España, visten no tanto a un novio “tradicional”, sino a uno “más 'fashionista'” y ha destacado entre sus mercados el de Japón, Países Bajos y los países nórdicos, entre otros.
Otro nicho de mercado para la casa es la comunidad LGTBI y en ese sentido ha explicado que su moda es “muy fluida, con tejidos y elementos más habituales de las colecciones de mujer, aunque llevados a la moda masculina”.
“El mundo de la moda nupcial es muy de compartimentos estancos. De novio y novia. A nosotros nos gusta ir más allá y creemos que además eso es lo que espera mucha gente”, ha añadido.