Invertir en brochas de materiales naturales para prevenir alergias es un buen punto de partida, coinciden los llamados grandes del maquillaje.
Lavarlas una vez a la semana con champú de bebé o neutro puede alargar su desempeño y sobre todo preservarte de alergias, si están sucias puedes hacerlo con un poco de alcohol con agua siempre evitando humedecer la unión con el mango.
Después, secarlas sobre una toalla destinada para ese propósito, suavemente y sin rudeza es esencial. Conservarlas en su estuche original, libre de polvo y suciedad y para no deformarlas, es otra condición que puede alargar su vida.
Evitar también guardarlas en sitios de mucho calor ya que pueden dañarse permanentemente.
Al momento de maquillar, se debe soplar la brocha o pincel para eliminar el exceso de producto, esto hará que realice mejor su trabajo y lucir un maquillaje más natural.
En caso de emergencia, si tu brocha para sombras está muy sucia y ya estás realizando el maquillaje puedes utilizar toallitas húmedas o desmaquillantes o un pañuelo suave con un poco de loción desmaquillantes, y sin mucha presión limpiar el pincel o brocha eliminando el color no deseado del mismo.
En opinión de la maquillista profesional Mari Carmen Torres, al comprar un nuevo kit de brochas es importante que preguntes para que sirve cada una de ellas.
Su diseño es paralelo a la función a desempeñar:
-Pequeñas y firmes para delinear cejas
-Delgadas y largas al estilo 'cola de ardilla' para lograr difuminados y miradas al estilo cat eye
-Planas para deslizar bases al tono de la tez. Redondas y aterciopeladas para deslizar el color de mejillas a sienes, dice la especialista. A la par, hay brochas gruesas y suaves para sumergirlas en polvos traslúcidos para restar los excesos de maquillaje
-Otro tipo de brochas, firmes y asimétricas, sirven para seguir el contorno de los labios. Unas más, abundantes y cortas sirven para rellenarlos con un tono similar. El efecto de contraste, suma volumen alecciona la reconocida maquillista.