Comerse las uñas puede causar lesiones en la cutícula, en los dientes e infecciones por hongos.
La mayoría de las personas que se comen las uñas lo hacen desde la infancia, pues el comportamiento se puede aprender si alguien en el entorno familiar lo practica. Este hábito no solo causa daños en la cutícula, también en los órganos internos y el sistema digestivo, ya que la repetición de residuos de las uñas puede provocar malestar estomacal.
Cuando una persona se come las uñas suele tener sentimientos de culpa, pues se siente incapaz de controlar el impulso de morderse, además, su autoestima se ve afectada y su comportamiento es de una persona insegura y nerviosa.
Por otro lado, una persona con onicofagia tiende a sentir vergüenza de sus manos. Al tener las uñas deterioradas desarrollará conductas de evitación ante actividades que requieran de una exposición abierta de sus manos.
Fabiola Lagos, especialista en psicología clínica del Centro de Atención Psicológica Integral, explica algunos efectos que produce comerse las uñas.
Repetición de la conducta: La persona constantemente se morderá las uñas, pues es un acto interiorizado y automatizado en ella que no percibirá y que no puede controlar.
Nerviosismo: La necesidad de morderse las uñas, junto con la repetición de la conducta y la ocultación de sus manos al exterior, generarán en la persona elevados niveles de activación emocional. “En muchas ocasiones, este hábito ocasiona lesiones úngeles, mal crecimiento, deterioro tanto de las uñas como de los dedos por lesiones en la piel”, detalla la especialista.
Aprender qué es la onicofagia, las causas psicológicas y los tratamientos para resolver este trastorno puede ayudarle en muchos ámbitos de la vida, no solo en el estético, sino en su vida emocional y autocontrol para dejar de comerse las uñas.
Tratamiento psicológico
1. Análisis del problema: El psicólogo evalúa el origen del problema y la frecuencia con que se realiza, los pensamientos, emociones y sensaciones que lo acompañan; además, las emociones o sensaciones que se evitan con la práctica del mismo.
2. Intervención psicológica: Dependiendo del caso, el profesional usará un tratamiento combinado con técnicas como la terapia de aceptación y compromiso y terapia de aceptación y compromiso y de hábitos nerviosos.
