REDACCIÓN. Recibir un diagnóstico de cáncer de mama es uno de los eventos de mayor angustia en la vida de una mujer y, a partir de ese momento, puede experimentar diversas emociones como el miedo, la ansiedad, el enojo, el estrés, entre otras.
Estas emociones son difíciles de sobrellevar, lo que en muchos casos conduce a un desbalance en la salud mental de la persona.
Por lo tanto, es importante fomentar la intervención psicológica para facilitar la adaptación de las pacientes al diagnóstico y tratamiento oncológico.
Con el fin de hacer conciencia sobre este tema, hoy en Amiga publicamos esta edición especial.
“El cáncer de mama provoca altos niveles de ansiedad y depresión, lo cual deteriora la calidad de vida de las pacientes”, afirma la psicóloga Xenia Croasdaile.
Así mismo, es oportuno aclarar que debido a lo difícil que puede ser para una paciente con cáncer expresar sus sentimientos, podría llegar a alejarse de sus seres queridos.
¿CÓMO ASIMILARLO?
Sentirse abrumada tras este diagnóstico es una reacción normal, la experta enfatiza en lo importante de hablar con el médico y hacer todas las preguntas necesarias para despejar las dudas que se tengan, puesto que la educación y el conocimiento profundo del tema son claves para una mejor comprensión y seguimiento del tratamiento.
“Algunas personas continúan trabajando, otras optan por jornadas reducidas, y también hay quienes dejan de trabajar de manera temporal o permanente, lo importante es tomar las decisiones adecuadas para adaptar el tratamiento a su rutina laboral o académica”, afirma Croasdaile.
TERAPIA
El mejor tratamiento psicológico en estos casos es la combinación de terapia individual y terapia grupal. “El objetivo principal de un terapeuta es ayudar a las pacientes a aprender a sobrellevar los cambios físicos, emocionales y de estilo de vida que se asocian con el cáncer, así como los procedimientos médicos que pueden llevar a ser traumáticos y dolorosos”, comenta la psicóloga.
La terapia grupal reduce la depresión y la ansiedad. En cuanto a la terapia individual, los estudios demuestran que la terapia cognitivo-conductual ha demostrado eficacia en mejorar el control de los síntomas, el estado afectivo y el afrontamiento de la enfermedad. Además, este tipo de terapia aumenta el optimismo de las pacientes y un mayor bienestar emocional.
La recuperación emocional puede ser más larga que la física, ya que ocupa tiempo para crear una nueva autoimagen que incorpore la experiencia vivida y cambios corporales.
IMPACTOS EMOCIONALES
1. El 60% de las pacientes con cáncer pueden tener dificultades para participar en actividades de tratamiento y aprovechar las fuentes de apoyo social que tienen disponibles.
2. Estudios científicos demuestran que dejar de asistir a tan solo el 15% de las sesiones de quimioterapia, provoca resultados considerablemente adversos.
3. Los psicólogos ayudan a las mujeres a lidiar con su dolor y otras emociones. Ya que esta crisis potencialmente mortal, puede volverse una oportunidad de crecimiento personal.
4. Los ejercicios de relajación, meditación, autohipnosis, imaginería y otras tácticas aprendidas en terapia psicológica pueden aliviar eficazmente los efectos de la quimioterapia.
5. Vivir con cáncer de mama metastásico es un desafío, por lo que debe seguir las indicaciones médicas, hacer ejercicio, comer saludable y buscar ayuda psicológica.
6. La recuperación emocional puede ser más larga que la física, ya que ocupa tiempo para crear una nueva autoimagen que incorpore la experiencia vivida y cambios corporales.
“Es importante que las mujeres detectadas con cáncer de mama hablen con sus jefes inmediatos o con las personas a cargo para dejarles saber su situación actual y así poder tomar decisiones que beneficien su tratamiento”.
