Xóchitl González, directora y fundadora del centro de atención integral Psicología para Niños, cuenta que los juguetes son herramientas que ayudan a los pequeños a conectar con el mundo.
“Con ellos se sienten seguros, pues los acompañan siempre; son de los pocos objetos de los que se sienten dueños, así que también les dan poder y pertenencia; y les ayudan a expresar lo que quieren: qué, cómo y cuándo”, dice.
“Incluso favorecen su imaginación, son una llave a mundos internos: una manera de pararse ante la vida. Son también una herramienta para socializar, un objeto protagónico en un primer momento, como introducción frente a otros y permiten que se dé una interconexión”.
La especialista en educación emocional enfatiza que lo relevante no es el objeto en sí, sino la interconectividad que permite.
“Por ejemplo, parece que todos están jugando en función de una pelota roja, pero es lo menos importante, lo que sí lo es, es reírse, agradecerle al otro porque nos la pasó y que sientes su aprobación, que somos un equipo y nos unimos”.
“Es un efecto socializador, desarrollan habilidades de escucha, empatía, a aprender a ponerte de acuerdo o decir ‘no’, a regular la paciencia, a afrontar un conflicto y resolverlo, desarrollar la parte social y darse cuenta qué estoy sintiendo y cómo lo expreso”.
Al respecto, Corinne Eggleston, manager asociada en el Play Lab de Fisher-Price, resalta el uso que se le puede dar para fomentar la imaginación y comunicar una visión del mundo y encontrarle sentido, lo cual es vital en los primeros años.
“Con cada juguete que creamos, identificamos habilidades y en los chicos de preescolar suele ser la posibilidad de que con ellos generen historias, que sean catalizadores y les permitan crear mundos”, señala.
Por otra parte, Lisa Lohiser, manager del área de investigación en desarrollo infantil del Play Lab, el laboratorio de pruebas de la marca, enfatiza en el efecto que tienen sobre la relación con los padres.
“Tratamos de apoyar el desarrollo social infantil y los padres suelen ser el primer nexo. En muchos pequeños se trata de ayudarlos a fortalecer el lazo con sus papás a través de estos objetos, que aumente su confianza y los inspiren a conectarse a través de los juguetes”.
FAQs para padres
¿Qué considerar al comprar juguetes?
La madurez de tu hijo, pero no sólo basada en su edad, sino en su etapa de desarrollo; además, toma en cuenta su personalidad y su contexto, pues ello influye en cómo entiende el mundo y la vida; asegura González.
¿Es malo que no quiera compartirlos con otros niños?
Hay etapas para todo: cuando cuidan mucho sus juguetes y cuando no, en la que los regalan y en las que incluso es esperado que no quieran prestarlos. Es importante observar lo que representan estos objetos antes de juzgarlos.
¿Cómo ser un buen compañero de juegos?
Especialistas sugieren ponerte a su nivel y verlo a los ojos al interactuar, pero lo más importante, indica González, es tener disposición lúdica: estar abierto a reírse, ensuciarse, “hacer el ridículo” e imaginar nuevos mundos a su lado.
¿Qué hacer si ya no quieren usarlos?
Piensa en el significado que un juguete tiene para cada niño, hay quienes se aferran a no “crecer” o a quienes les da culpa ya no querer uno. Hay que transmitir un mensaje armónico y sanador, hablar sobre ello y dejarlos elegir.