A lo largo de los años se han arriesgado varias teorías acerca de la ubicación correcta de las manos sobre el volante.
La única ”regla” consistente siempre ha sido sostenerlo con ambas manos, lo cual permite un óptimo control durante la circulación normal y le mantiene preparado para efectuar una eventual maniobra de emergencia.
¿Exactamente dónde van ubicadas las manos?
Imaginemos que el volante es un reloj. La recomendación actual es colocar la mano izquierda entre las siete y las nueve y la derecha entre las tres y las cinco. Si bien parece algo extraño poner las manos tan abajo.
De esta manera se obtiene un buen control sobre el vehículo. Tomar el volante por debajo evita el exceso de corrección durante una maniobra de emergencia, lo cual frecuentemente provoca trompos, derrapes y vuelcos.
Esta posición también es mejor desde el punto de vista de la ergonomía, pues al mantener los brazos pegados al cuerpo y los antebrazos apenas flexionados, se disminuye la fatiga de los hombros y la espalda.
Esta “nueva” teoría de ubicación de las manos también exige un método diferente para girar el volante. Antes, en los cursos de conducción se enseñaba el método de “una mano por sobre la otra” para virar el auto, lo cual significaba que debían ubicarse las manos en distintos puntos de la parte superior del volante durante el viraje.
Demasiado cerca para estar cómodos
Existe un último consejo clave para obtener una posición apropiada al conducir: la ubicación del asiento.
Si se sienta demasiado cerca del volante, corre el riesgo de ser golpeado por el airbag mientras se infla, y si alguna vez ha visto esos vídeos de pruebas de colisión en los que los airbags pegan contra los muñecos, se dará cuenta de que no se trata de algo precisamente agradable. De hecho, puede ser extremadamente peligroso. Pero si está demasiado alejado, también podría sufrir por una mala postura. Para encontrar la posición ideal del asiento, primero deslícelo hacia atrás lo más que pueda, mientras los pedales queden cómodamente al alcance.
Luego, recline un poco el respaldo. Debería quedar por lo menos diez pulgadas entre su esternón y el centro del volante. Si éste es ajustable en altura, deslícelo un poco hacia abajo para que el airbag le apunte directamente al pecho, en lugar de la cabeza o el cuello, en caso de que se despliegue.
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