“Hijo lindo, love you (te amo), a las 7:00 am me hacen la operación facial”, ese mensaje a las 6:53 am del 13 de junio fue la última comunicación de la hondureña Floridalma Roque con su hijo José.
En su Whatsapp quedó registrado que esa fue la última vez que Floridalma Roque se conectó y que dio señales de vida, desde entonces una serie de inconsistencias en las versiones de la clínica y del doctor encargado de su cirugía, obligan a su familia a pensar en lo peor.
Floridalma, quien es residente en Nueva York, Estados Unidos, pero originaria de El Paraíso, Copán en Honduras, llegó a San Pedro Sula el 3 de junio, tres días después partió a Guatemala en donde el martes 13 de junio debía someterse a una cirugía estética en una reconocida clínica de la Ciudad de Guatemala.
“Ella siempre que viajaba, primero iba a Honduras, luego a Guatemala, después a México y se volvía a Estados Unidos”, contó en exclusiva para DIARIO LA PRENSA su hijo José, quien pide a las autoridades hondureñas sumarse a la búsqueda de su madre.
El lunes 12 de junio Floridalma acompada por un familiar se realizó el prechequeo y todo seguía normal. Muy temprano el 13 de junio esa misma persona que la acompañó estaba estipulado que volviera por ella una vez que se realizara la cirugía.
La familia de Floridalma llamó a la enfermera y esta les dijo que la operación había sido un éxito y que le iban a dar de alta a las 10 am del siguiente día, el miércoles 14 de junio.
José le marcó pero su celular aparecía apagado y su última conexión en Whatsapp había sido el martes 13 a las 6:53 am. Pasaron las horas y José y su hermano Jorge se alertaron porque no había forma de comunicarse con su madre.
El viernes 16 de junio, Jorge Roque, uno de los hijos de Floridalma llegó a buscar explicaciones y dio aviso a la embajada de Estados Unidos en Guatemala. En la clínica dijeron que Floridalma había abandonado la clínica a las 7:00 am del miércoles.
Ahí es donde los hijos encontraron la mayor de las contradicciones. “Mi mamá no salía con dinero y siempre la movilizaba una familiar. ¿Quién llamó el taxi? ¿Quién pagó el taxi?”, se pregunta José Roque.
Además “si a ella le iban a realizar una cirugía a las 7:00 am del día anterior cómo es que salió 24 horas después. Ellos dicen que las cámaras registraron su salida, los que conocemos a mi mamá somos nosotros”, detalla.
Al conocerse el caso de Floridalma en Guatemala, las redes sociales se han enardecido y han exigido respuesta. Los dos hijos de la hondureña se encuentran en Guatemala clamando por justicia y una explicación.
El Ministerio Público de Guatemala detalló que: “las diligencias de investigación realizadas hasta el momento han logrado determinar que la persona desaparecida salió de la clínica y abordó un vehículo, el cual ya está siendo individualizado por los investigadores”.
Sin embargo, José Roque no cree en esta versión, que es la misma que dio el doctor que le practicó la cirugía. “Sin acusar a nadie, yo creo que mi mamá no pasó la operación y están haciendo un señuelo”, aseguró.
El hijo de Floridalma dice que ellos nunca pueden estar ni un día sin comunicarse y prueba de ello es que el día de la cirugía minutos antes se habían mandado mensajes de texto y de voz.
”A nosotros nos dicen que ella salió a las 7:00 am del miércoles, pero la enfermera nos dijo que iban a darle de alta a las 10:00 am, había una persona que iba a pasar y luego la enfermera nunca más nos volvió a responder”, analizó.
Acciones. José Roque dice que ya pusieron la denuncia ante el Ministerio Público de Guatemala, también ante la embajada que aunque respeta la jurisdicción, acompaña en el proceso de investigación. Este miércoles 21 de junio irán a la embajada de Honduras en Guatemala a exponer el caso para que les ayuden a encontrar a su madre.
Floridalma trabaja como enfermera cuidando a pacientes de la tercera edad en Nueva York, tiene dos hijos mayores, su papá vive en Honduras y su mamá en San Luis Petén, Guatemala. Sus hijos son de padre guatemalteco y por eso la conexión con este país vecino de Honduras.
