Según el escritor Julio Escoto, el sistema educativo no enseña sobre los héroes de la historia de Honduras, lo que lleva a que se desconozca a las figuras principales en aspectos materiales e intelectuales del territorio hondureño.
Entre estos destacados personajes resaltan; por ejemplo, Graciela Bográn, el doctor Antonio Peraza y los activistas comunistas Juan Pablo Wainwright, Manuel Cálix Herrera y Graciela García.
En general, su producción literaria fue más periodística que estética. Escoto cuenta que en las décadas de 1960 y 1970, la expresión de noticias y opiniones en la ciudad se daba semanalmente, no en diarios, lo cual resulta una historia de comunicación interesante, aunque no estrictamente literaria. Hoy, el célebre escritor nos habla de la vida y obra de tres grandes exponentes.
Rubén Antúnez. El profesor y escritor nació el 20 de enero de 1899 en Yoro, Honduras. Trabajó como maestro en varias escuelas y luego fue nombrado director departamental de Educación en los departamentos de Yoro e Islas de la Bahía en los gobiernos de Miguel Paz Baraona y Vicente Mejía Colindres.
Además de su labor como escritor, creó una serie de libros didácticos para el aprendizaje de la lectura con los cuales obtuvo cierta fortuna. También fundó la Editorial Antúnez. Falleció el 25 de febrero de 1983 en esta ciudad.Algunas de las publicaciones de Antúnez incluyen “Monografías de la ciudad de Yoro” (1937), “Breve historia de la Federación Hondureña de Maestros” (1957) y “Mis memorias” (1968).
Fausta Ferrera. Según el escritor Escoto, la poeta fue una persona excepcional y bella. Entre sus obras recomienda “Cuentos regionales”, publicado en 1938. Está ambientado en la vida rural y aborda diversos asuntos relacionados con los campesinos, la agricultura, las costumbres y el destino de algunos personajes.
Don Perfecto H. Bobadilla. Otra figura importante en la vida cultural del valle de Sula. Fue un distinguido maestro y activista cultural y político. Nació el 18 de abril de 1889 en Santa Bárbara y estudió magisterio, lo que le permitió escribir sobre temas históricos y crear libros escolares para la lectura.
Fue miembro de la Sociedad de Geografía e Historia y de la Sociedad Unionista La Juventud, que tuvo una fuerte presencia social durante medio siglo en la ciudad. Vivió en San Pedro Sula hasta su fallecimiento el 22 de agosto de 1954.
Entre las obras de Bobadilla se encuentran “Cartilla histórica de Honduras” (1933), “Guía histórica de Centroamérica” (1934) y “Monografía geográfica e histórica de San Pedro Sula en su IV centenario” (1936).
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