Los ascensores en mal estado, la amenaza de otro paro de los guardias y el desabastecimiento del 50% de medicinas reflejan el incumplimiento del plan de rescate del hospital Mario Rivas.
El centro asistencial ha estado sumido en una crisis permanente que se creía podría empezar a solucionarse con la visita y promesas del presidente Porfirio Lobo Sosa en octubre.
Han pasado cerca de dos meses desde la llegada del mandatario y se podría decir que en el Rivas todo sigue igual.
Plan de rescate
El 23 de octubre, Lobo Sosa se reunió con un grupo de médicos que le plantearon un plan de rescate. El mandatario conoció punto por punto y a cada uno le dio respuesta, pero esta no se ha reflejado.
Para el caso, el centro asistencial tiene seis ascensores y solo el que está destinado a trasladar la alimentación a cada piso funciona en óptimas condiciones.
Hay otro para el traslado de ropa sucia y desechos, pero está malo. El otro que conduce al área administrativa no se utiliza y de los tres destinados a movilizar empleados, pacientes y visitas, dos están dañados completamente y uno funciona de vez en cuando.
Los enfermos deben utilizar las gradas, aunque estén fracturados, en sillas de rueda y hasta en camillas.
Para ponerle fin a este problema se necesita un poco más de cuatro millones. “Se tienen los fondos dentro del presupuesto del hospital, pendiente la licitación. Solución: agilizar el trámite”, indica en el plan de rescate. Esta petición fue aprobada por Lobo Sosa; sin embargo, los fondos nunca llegaron al Mario Rivas.
Los médicos también plantearon en el documento la necesidad de camillas.
El hospital tiene una sobreatención del 50 a 70%. Se propuso que con la compra de 100 camillas se daba respuesta a este problema, pues muchos enfermos se la ingenian para conseguir una y en muchas ocasiones ni siquiera tienen colchón.
Para ello se requerían dos millones de lempiras. La solución: agilizar los trámites de licitación, pero estos recursos tampoco han llegado al centro asistencial a pesar de ser aprobada también esta petición.
Servicios subrogados
Entre los puntos se abordó la deuda que tiene el Gobierno con las empresas que prestan el servicio de alimentación, seguridad y mantenimiento.
A ellos se les canceló una parte de la deuda; pero a los guardias aún tienen varios meses sin pagarles y amenazan con otro paro mañana.
“A mí deben tres meses, pero tengo compañeros a los que les deben más, por eso vamos a paro el miércoles -mañana-”, comentó un guardia que omitió su nombre.
Otro de los puntos es el pago del personal por contrato. Actualmente se les adeuda a enfermeras, médicos y el personal en general desde octubre.
Sobre la mora quirúrgica, los médicos expusieron la falta de personal en quirófano, espacio físico, equipo, camas quirúrgicas, máquinas de anestesia y lámparas cielíticas.
“Cuando vino el Presidente solo habían material para 10 días, estábamos esperando que la Secretaría de Salud comprara”, expresó una fuente que pidió omitir su nombre.
Para resolver el problema de la mora quirúrgica se necesitan 80 millones de lempiras, pero la respuesta recibida es “no hay dinero”. El único punto que se abordó por completo fue la falta de oxígeno.
Están en espera
Sobre todos estos puntos se le consultó al director del centro asistencial, Juan Carlos Argueta.
El médico se limitó a decir que “están esperando respuesta del trámite de fideicomiso a nivel de la Secretaría de Salud”.
Argueta manifestó que está preocupado por la falta de materiales y medicinas y aprovechó para hacer el llamado al Gobierno.
