26/04/2024
07:52 PM

Deforestación, depredación, contaminación

    Aislados o combinados, estos tres daños ecológicos y ambientales afectan crecientemente a distintas regiones de nuestro país, entre ellas, el valle de Sula, generando mayor pobreza, exclusión social, enfermedades, hambrunas. Sequías, inundaciones, incendios forestales, huracanes se encuentran entre las causales del acelerado deterioro del medio ambiente. No es casual que Honduras sea un país altamente vulnerable debido a la acción humana centrada en las ganancias, no en la defensa y preservación ambiental, con visión a la vez egoísta y miope.

    Enfocamos tres bienes naturales ubicados en el valle de Sula: el Lago de Yojoa, el principal depósito de agua dulce lacustre con que contamos, compartido por los departamentos de Cortés, Comayagua y Santa Bárbara; hoy receptor de residuos domésticos, agrícolas, mineros, a punto de perecer debido a la acumulación excesiva de nutrientes -nitrógeno, fósforo- proveniente de la agricultura, acuicultura, ganadería, excretas, su lecho con excesivos índices de oxígeno que provocan mortandad de peces.

    Su creciente deterioro obligó al Gobierno central a intervenirlo en octubre del año pasado ante la real posibilidad de que se seque eventualmente. La laguna de Jucutuma, afectada por el lirio acuático, los asentamientos humanos en los bordos, la utilización de sus aguas para riego.

    Se nombró una comisión para impedir un mayor deterioro, la cual no le dio seguimiento. El Merendón, el pulmón de San Pedro Sula, dañado por la tala de bosques. Esta destrucción no es reciente, ha provocado daños y perjuicios al medio ambiente durante varios años.

    Esta implacable deforestación contribuye a las cíclicas inundaciones en el valle de Sula, la más reciente el 2022, con resultados humanos y materiales devastadores. Urge el ordenamiento territorial, la construcción de represas, el mantenimiento y reconstrucción de bordos, el dragado de ríos, la construcción de canales de mitigación.

    Los pobladores deben participar activamente en el mantenimiento de las obras de protección hidráulica y no dejar toda la iniciativa a las autoridades.

    Y sobre estos, ya sabemos: esta zona del país es la que más contribuye al Producto Interno Bruto del país, pero el efecto retorno no se produce. Han sido múltiples los gobiernos que han tenido la oportunidad de proteger el valle, pero son proyectos a largo plazo y estos no dan votos.

    No nos han gobernado estadistas, sino personas que no piensan el futuro, que no les importa la gente, excepto cuando se acercan las elecciones y comienzan con el rosario de promesas, que obviamente no cumplen.