Coincido plenamente con la presidenta del Banco Central, Rebeca Santos, cuando afirma que “por más de 50 años, Honduras no diversifica su oferta exportable” . Esta realidad destaca una necesidad urgente: diversificar, y lo que ella sugiere yo lo llamaría “lección aprendida”, ya que durante las negociaciones del Cafta, los negociadores tuvieron éxitos en sector maquila, pero con el pollo y otros bienes hubo errores significativos.
Mi autosugestión en este tema proviene no solo de mis estudios de maestría en Relaciones Internacionales y Comercio Exterior, sino también de mi experiencia directa. Gracias a Diario La Prensa fui el único periodista hondureño que cubrió las nueve rondas de negociación del Cafta-DR entre 2002 y 2004. Observé de cerca las victorias y los errores en tiempo real, y adquirí un profundo conocimiento de las dinámicas del comercio internacional. Durante dos años escribí sobre el tratado para este diario y su audiencia.
Una lección clara es la demora de 17 años para que Honduras pudiera exportar pollo a Estados Unidos. Este costo de oportunidad muestra lo que ocurre cuando no estamos preparados para cumplir con los estándares internacionales. Las negociaciones comenzaron en 2002 y en 2019 Honduras empezó a exportar pollo. Esta tardanza nos costó ingresos y una posición más sólida en ese mercado.
La Voz reflexiona: “La lección es que no podemos seguir tropezando con la misma piedra.” Justo añade: “Si queremos avanzar, debemos aprender de los errores del pasado y diversificar. No podemos depender solo del café y el banano”. Cínico comenta: “Sí, claro, es fácil decirlo. ¿Quién arriesgará? ¡No son ustedes, sino los empresarios!”. Ciudadano intervino: “Pero, si no lo hacemos ahora, ¿cuándo?”.
Ahora, con la “Alianza para la Prosperidad” de Estados Unidos tenemos una nueva oportunidad para diversificar nuestras exportaciones. Es crucial que los empresarios hondureños sean proactivos y que el Gobierno facilite este proceso mediante políticas que incentiven la innovación, reduzcan barreras burocráticas y apoyen la capacitación del talento humano. Solo con una colaboración estrecha entre el sector privado y el Gobierno, Honduras podrá evitar los errores del pasado y avanzar hacia un desarrollo económico sostenible.