Les estorbó que una misión internacional les descubriera sus fechorías y que las denunciara; ahora dicen, que fortalecerán los aparatos de justicia del país, pero en la realidad práctica todos sabemos que eso es una entelequia más en esta tierra que se hunde cada vez más en el fango grosero de la corrupción.
Según informe certificado, Honduras aparece como uno de los países más corruptos del hemisferio; de hecho, estamos luchando palmo a palmo con otras naciones subdesarrolladas para llevarnos esa malévola presea que señala a los Estados fallidos que ya perdieron toda brújula por ser transparentes.
La misión de acompañamiento de la OEA presentó casos por corrupción que jamás habrían sido ni siquiera investigados por nuestra Fiscalía “cinco estrellas”, por ejemplo: Red de diputados, Caja chica de la dama, Pacto de impunidad, Caso Pandora, Caja chica del hermano, Licitación fraudulenta del IHSS, Arca abierta, Fraude sobre el río Gualcarque, Patuca III, Corrupción sobre ruedas, entre muchos otros.
Lo preocupante del asunto es que algunos de aquellos que están llamados a ser la reserva moral del país y por ende los que señalen proféticamente el pecado de robarle al pueblo (líderes religiosos) han sido voces levantadas para pedir también la no renovación del convenio con la Maccih.
Así que, de manera paralela a la mencionada misión de acompañamiento, también terminó sus funciones la Ufecic, ahora irán por el CNA para completar el plan de aniquilar todo estorbo; la misión es pasar del cuarto lugar al podio del primer lugar en niveles de corrupción, ¿lo conseguirán? No hay duda que sí, la capacidad de nuestros “líderes” en esos menesteres es asombrosa.