13/04/2024
11:30 PM

Descripción social

Sergio Banegas

La situación socioeconómica del país es grave; no hay activación económica, la nueva inversión nacional y extranjera es pírrica, las fuentes de empleo están secas, los espacios para los emprendedores se cierran cada vez más ante la amenaza sin cuartel de la extorsión y de la delincuencia común y organizada.

Importamos más de lo que exportamos, la microeconomía y macroeconomía no dan el ancho para satisfacer las múltiples necesidades que tiene el ciudadano; son diversos los factores que intervienen para que los precios de los productos de la canasta básica sean un sueño quimérico para los hondureños.

Después de los nefastos y patéticos gobiernos anteriores que hundieron la economía con prácticas corruptas sin límites, el gobierno actual parece no tener la brújula en sintonía para encarar los grandes desafíos; casi un año gubernamental y el enfoque está en el retrovisor y no en el vidrio delantero.

¿Qué hace don Pedro o doña Juana si no tienen acceso a fuentes de empleo para sustentar a su familia? ¿Qué hace doña María si los antisociales solo esperan que eche a andar el pequeño negocio de la cuadra para activar los protocolos extorsivos? Es un ahogo sin misericordia a la débil economía del hogar.

A eso se le suma una nueva ola de contagios covid que pondrá a prueba el sistema sanitario y la economía, también la crisis política que sin duda será generado por la elección de la nueva Corte Suprema de Justicia en el seno del poder legislativo; en fin, es de nunca acabar los vendavales que anegan la embarcación del país.

Y en todo ello la democracia no es visible en la mesa del hondureño, el Estado de derecho es el ausente en la impartición de justicia, los valores republicanos no se observan en las salas hospitalarias, los mismos valores éticos y morales parecen haber emigrado a tierras lejanas. Aun con ello no perdemos la esperanza que algún día un nuevo amanecer de justicia sea pleno y que nos saque de nuestras oscuras profundidades.