Por: Ashley Spencer/The New York Times
En el 2020, Dean DeBlois criticó públicamente las nuevas versiones de acción en vivo de cintas animadas como esfuerzos “flojos” de los estudios.
Dos años después, DeBlois recibió una llamada de Peter Cramer, el presidente de Universal Pictures, quien preguntó si estaría interesado en dirigir una versión de acción en vivo del filme “Cómo Entrenar a tu Dragón”, del 2010.
“A expensas de parecer un hipócrita, pensé, bueno, o me quedo aquí sentado con cara de enfado y veo que alguien más lo haga o podría unirme y cargar con la culpa o ayudar a cambiar la narrativa”, contó DeBlois.
DeBlois nunca había hecho un largometraje de acción en vivo antes de que Universal lo pusiera a cargo de la nueva versión de 150 millones de dólares, actualmente en cines. No obstante, los ejecutivos de Universal estuvieron tan complacidos tras ver una edición de la nueva cinta, dijo Cramer, que se apresuraron a dar luz verde a una adaptación de acción en vivo de “Cómo Entrenar a tu Dragón 2”, que será dirigida y escrita por DeBlois y estrenada en el 2027.
“Cómo Entrenar a tu Dragón” —una adaptación de la historia de Hipo, un adolescente vikingo pacifista que forma un lazo emocional con un dragón otrora temido llamado Chimuelo, en la Isla de Berk— es la primera adaptación de acción en vivo de un filme animado del estudio.
Con los años, la franquicia de “Cómo Entrenar a tu Dragón”, que incluye dos secuelas (dirigidas por DeBlois) ha hallado un público grande y devoto. La trilogía animada ganó en conjunto 1.65 mil millones de dólares a nivel mundial y ha habido tres series de televisión derivadas.
“Se nos alentó a pensar en grande”, señaló DeBlois.
Por lo tanto, el equipo de producción construyó foros funcionales a gran escala en Titanic Studios en Belfast, que incluían una arena de entrenamiento vikingo de 360 grados, para filmar secuencias de acción inmersivas. Y para las tomas aéreas y secuencias de vuelo, los realizadores sobrevolaron en helicóptero Islandia, la Isla de Skye y las Islas Feroe para capturar secuencias expansivas, entre ellas del escarpado islote de Tindholmur, el cual sirvió como base para Berk.
Para ayudar a transformar digitalmente a los dragones en bestias creíblemente amenazantes, DeBlois recurrió al supervisor de animación Glen McIntosh, un experto en paleontología que había animado dinosaurios en las franquicias “Parque Jurásico” y “Mundo Jurásico”.
“Dean quería que los dragones dieran la sensación de ser animales evolucionados, no criaturas de fantasía”, dijo McIntosh. Cada raza de dragón, por lo tanto, está basada en rasgos animales específicos de la vida real.
Los animadores pasaron dos años y medio actualizando a Chimuelo. Las expresiones más caricaturescas de la criatura, como levantar las cejas, fueron cambiadas por inclinaciones de cabeza o meneos de cola que imitan a los de un perro o un gato curioso.
Sin embargo, no todos los pasos hacia el realismo funcionaron.
“Reconocemos que los ojos de Chimuelo son demasiado grandes. Es decir, no hay un animal en la Tierra, incluida la ballena azul, con ojos así de grandes”, dijo DeBlois. Pero cuando intentaron reducirlos, dijo, “perdimos al personaje. Solíamos ver estas imágenes y pensar, ‘ah, es un poco repulsivo’”.
En mayo, DeBlois dijo que no había habido pláticas sobre una tercera película de acción en vivo. Cramer tampoco pudo “responder definitivamente” si Universal completaría la trilogía.
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