Una oleada de ataques a taxis en Acapulco ha dejado 12 personas muertas, informó ayer la Policía.
Numerosos taxistas han sido víctimas de extorsiones o reclutados como vigías al servicio de grupos del hampa que se disputan violentamente el control del narcotráfico en Acapulco, en el sureño estado de Guerrero.
La Policía de Guerrero reveló que han sido detenidos cuatro sospechosos relacionados con algunos de los ataques. Éstos tenían armas, una granada y un machete, que según las autoridades podrían haber sido empleados para decapitar a algunas de las víctimas.
Los ataques empezaron el viernes, cuando cinco taxistas aparecieron muertos en sus vehículos o cerca de ellos. La matanza continuó el sábado, día en que un taxista apareció atado y con disparos mortales cerca de su vehículo.
Otros dos choferes de taxi fueron hallados muertos con heridas de bala dentro de sus autos. Uno de ellos había sido decapitado.
Varios pistoleros abrieron fuego contra otro taxi, matando al motorista y tres pasajeros.
La violencia llegó ayer cerca de la zona turística de Acapulco: cinco autos fueron incendiados y el cuerpo de un hombre descuartizado apareció fuera de un edificio de apartamentos.
Daniel Velasco, comandante de la novena región militar en Guerrero, sostuvo que Acapulco es totalmente diferente a ciudades como Monterrey o Ciudad Juárez, “porque allá son lugares cerca de la frontera y los problemas son de otra naturaleza”.
