Al menos 17 personas murieron y 13 están desaparecidas por un deslave que este domingo sepultó ocho viviendas de una zona rural en el suroeste de Colombia, informaron organismos de socorro.
La estatal Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) entregó el último balance de la jornada después de que cesaran las labores de rescate al caer la noche y rebajó de 19 a 17 la cifra de muertos entregada antes por bomberos a la AFP.
El suceso, provocado en la mañana por fuertes lluvias, dejó también cinco heridos, según la UNGRD.
Cuerpos de socorro empezaron a buscar a personas desaparecidas.
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El mandatario también anunció ayudas a los damnificados, cuyo número fue variando a lo largo del día, a medida que adelantaban labores de rescate diferentes autoridades.
Junto con los socorristas, decenas de vecinos apoyaron durante la jornada a las retroexcavadoras y los perros amaestrados en la búsqueda de familiares y amigos que quedaron atrapados bajo el alud de tierra.
'Se vino una avalancha como a las tres de la mañana y hay mucha gente que ha fallecido porque aquí había casas, y por lo tanto estamos tratando de rescatarlos', dijo a la AFP el lugareño Carlos Zambrano, con una pala en la mano.
A su alrededor, hombres y mujeres visiblemente angustiados esperaban en medio de los escombros noticias de sus familiares y conocidos.
Tragedia anunciada
Según el comandante de bomberos de Popayán, Juan Carlos Gañán, el accidente mortal provocado por las fuertes lluvias que azotan Rosas y buena parte del país fue una tragedia anunciada.
'Es una zona rural que estaba en situación de riesgo. De hecho ya tenían un reporte de evacuación (desde) hace mucho tiempo y no se había podido reubicar a esas personas', dijo acerca del municipio que fue declarado en calamidad pública para facilitar las labores de rescate.
Pobladores se encuentran desconsolados buscando a sus familiares.
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Colombia enfrenta desde hace más de un mes la primera temporada de lluvias del año que según la UNGRD tiene en alerta a la región andina (centro), así como a los litorales del Caribe y el Pacífico.
Entre el primero y el 21 de abril han muerto 27 personas en deslaves y tormentas eléctricas, de acuerdo con el organismo.