TENOSIQUE, TABASCO.
Los migrantes ya no se quedan en el albergue La 72, en Tenosique, Tabasco, por dos o tres días, se están quedando por tres, seis y hasta nueve meses y esto dispara la capacidad del albergue diseñado para 80 personas, pero que en lo que va de 2019 las cifras superan a los 500.
En el albergue hay mujeres embarazadas, víctimas de violencia sexual, menores no acompañados, niños y niñas con sus padres, personas de la diversidad sexual y de la tercera edad.
Históricamente, entre el 80 y 85% de los migrantes que llegan es de Honduras, informaron los coordinadores del albergue.
La crisis empezó en 2014 cuando cambió el contexto migratorio en México, pues la gente comenzó a llegar no para cruzar a Estados Unidos, sino para pedir refugio en México.
El fenómeno de los papás acompañados con sus hijos antes no ocurría, lo cual nos ha obligado a habilitar espacios adicionales porque la realidad de las Casas del Migrante ha cambiado y es una realidad para la cual no estábamos preparados”, expresó Ramón Márquez, coordinador del albergue La 72.
Solidaridad. Antes, lo cotidiano en los albergues era atender a personas en tránsito, por lo general, hombres.Hoy, impresiona ver corriendo por los pasillos a una gran cantidad de niños. Cada familia viene con cuatro y hasta cinco hijos.
Esto obliga a los coordinadores del albergue a acudir a la solidaridad de la población tabasqueña. La gente con sus aportaciones contribuye a mejorar la infraestructura para atender a 550 personas que se mantienen de manera permanente en este refugio.
“Las últimas semanas hemos tenido más de 500 personas y por eso estamos ubicándolos en espacios diferenciados.Hay una demanda que no se esperaba y todo apunta a que al cierre del año esas cifras se disparen y tengamos estadísticas históricas, impensables y que solo reflejan la dura realidad que viven nuestros hermanos centroamericanos, especialmente en Honduras”, dijo fray Tomás González, del albergue La 72.
Hay una condición especial en este albergue, es el único que cuenta con un módulo para personas de la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transgénero) que están migrando de Centroamérica.
Liderazgo. Los administradores del establecimiento benéfico destacan el liderazgo de algunos migrantes.“
Hay líderes que son quienes registran lo que ocurre en la casa y alertan ante posibles amenazas.Por eso, activamos una red de seguridad dentro de la familia franciscana, la comunidad local y la red de solidaridad que desarrollamos en ocho años en Tenosique. Los mismos migrantes son parte de la estructura de seguridad y eso ha funcionado, porque aquí hay grupos y personas que amenazan a los indocumentados e incluso a nosotros por tener este albergue”, puntualizó Márquez.
