“Nuestro sueño es lograr la construcción de un nuevo recinto. Este ya no da para más”, expresó Nelson Ponce, director del centro penal de El Progreso.
Construido a mediados del siglo pasado para 150 internos, el reclusorio ha quedado pequeño ante la alta población penitenciaria que sobrepasa los 350 presos en estos momentos, cifra que en algunas ocasiones ha superado los 400.
En su momento el sitio donde fue edificado no habían viviendas, con el paso de los años surgieron varias colonias; en la actualidad este se encuentra en medio de una zona poblada, lo que genera preocupación en sus vecinos que al igual que sus autoridades claman para que sea trasladado a otro lugar.
Vulnerable
“Pero eso no es todo. Con dos días de lluvia el establecimiento se inunda fácilmente, eso provoca el colapso del alcantarillado de aguas negras y si miramos las paredes, luego del sismo de 2009 estas quedaron completamente agrietadas. Es urgente uno nuevo”, agregó Ponce.
Hace meses atrás, las autoridades penitenciarias del país decretaron estado de emergencia en la mayoría de centros penales, entre esos el de El Progreso, pero todo quedó solo en eso. En la realidad poco o nada se ha hecho para mejorar las condiciones.
En varias ocasiones el personal del Cuerpo de Bomberos y la Cruz Roja ha advertido a esa dirección no confiarse, pues aparte de las paredes agrietadas el sistema eléctrico está sobrecalentado, lo que podría desatar un incendio.
El clase tres manifestó que ya están reactivando un comité de apoyo que se formó hace dos años y que estaba “dormido”, nuevamente retomarán las gestiones para lograr recursos que les permita impulsar la obra que es de suma urgencia en el municipio. Como parte de ese plan, el pasado domingo se reunió con el padre Rómulo Emiliani de la diócesis de San Pedro Sula para iniciar esas actividades.
Mildred López, juez del Tribunal de Ejecución en El Progreso, dijo “creemos que ya en este sector se debe tener un establecimiento más amplio y seguro para esa población que está privada de libertad por diferentes delitos.
“Si no recibimos apoyo a nivel central tendremos que unirnos todos los progreseños y autoridades vecinas para lograr ese anhelado proyecto que dará mayor tranquilidad a los internos y parientes de estos”.
Jorge Muñoz, coordinador de los presos, manifestó que debido a la situación ellos tienen que hacer turnos para estar vigilantes que cuando duermen pueda ocurrir un incidente debido a lo colapsado de los cables eléctricos. El costo de la obra es millonaria, según su diseño.