De carácter explosivo pero amante del baile, así es el periodista y actual diputado Eduardo Coto Barnica, quien ha sido señalado en varias ocasiones como traidor por haber abandonado las filas del partido Libre que lo llevó al Congreso Nacional.
Aunque asegura que lo expulsaron, Coto revela que no duró ni un día en la bancada del polémico y nuevo partido, ya que le quisieron robar su diputación para dársela a alguien a quien prefiere no mencionar.
En enero de 1950 en Santa Rosa de Copán, la tierra adonde se cultiva el mejor tabaco del mundo, aunque se enoje el compañero Celín Discua (risas).
Aún no he culminado mis estudios de Derecho ni Periodismo. Comencé a trabajar joven. Me vine de occidente a Tegucigalpa a buscar trabajo en HRN, me dieron, pero en la televisión en San Pedro Sula.
Lo que profesionalmente soy se lo debo a Manuel Villeda. Fue muy generoso, aunque me corrió dos veces y fue por mi carácter.
Nadie puede decir que yo intenté chantajearlo, tendré muchos defectos, pero jamás le pedí dinero a alguien por publicar o no una nota. Podré tener muchos defectos, pero hablo con propiedad.
Soy explosivo. En una ocasión llegué a atentar contra un compañero en un enojo. Después me mandó un café con ron para calmarme.
No soy tomador. Almuerzo indefectiblemente con una cerveza y ceno con una, todos los días desde que tengo 15 años. En una fiesta me tomo dos.
En el barrio La Guadalupe, no en un hotel como dijeron por ahí. A veces me llevo la cena de aquí del Congreso y paso comprando la cerveza.
Bastante. A veces en la calle me gritan “viejo borracho, vendido, traidor” y no cuestiono nada, solo sé que no soy Judas y que Mel (Manuel Zelaya) no es Jesucristo.
Al ex-Presidente le deseo lo mejor en lo político, a doña Xiomara, a quien quiero y admiro tanto, le deseo lo mejor. Y ya con Libre (Libertad y Refundación) no quiero problemas.
Aprendí a serlo. Soy como Martín Lutero, le encantaba la cerveza.
En radio Sultana en Santa Rosa de Copán. Aunque mi primer trabajo fue vendiendo cigarrillos en una bicicleta. Di clases de historia por 20 años.
Tuve dos padres y una madre que aún vive. Por mi padre de crianza siempre usé zapatos.
No fue que me echaron, me expulsaron efectivamente, pero yo también los dejé. No fue por la gente, sino por unas cuatro personas que actuaron como mandraqueros, que hay en todos los partidos.
Tengo dos grandes aficiones, el baile y la lectura. Soy un bailarín de primera, no sé si puedo bailar, pero me encanta.
Merengue, salsa y cha cha cha. (Entre risas se levanta y muestra sus pasos de cha cha cha).
Sí, el Colegio de Ingenieros y la 105 Brigada de Infantería. Yo voy a bailar, no le tengo miedo a la gente. Todos los domingos que estoy en San Pedro Sula voy a bailar.
Sí, no voy a negarlo. Tengo un carro de lujo y lo estoy pagando, eso me hace sacrificar vivir en la línea fronteriza con el barrio Los Jucos, gente muy trabajadora.
Tengo bastantes hijos, trato de ser un padre responsable después de haber sido prolífico. Tengo mi familia.
Es mi primer hijo, le di clases de historia y filosofía. Lo hice que fuera buen alumno (risas). Cuando lo oigo que ha cometido un error gramatical lo llamo de inmediato, creo que no le gusta.
Me dedico a mi trabajo, pero no me engaño. Hay proyectos que introduje y están durmiendo el sueño de los justos.
Antes sí. Cuando iba para la escuela mi mamá me daba cuatro centavos, dos eran para mí y los otros dos para alguien que le decían Chirunte.
Me esperaba siempre y nunca me pregunté por qué tenía que dárselos. Un día lo golpeé en el estómago y jamás me volvió a molestar.
Eso mismo, yo lo conocí de esa forma. Me decía Mosquito de apodo.
Iba a pelear a golpes con alguien en este Congreso y me iba a ir. Hasta lo planeé, pero luego lo dejé a un lado.
Trabajé 40 años, pero dentro de poco voy a volver. Será una sorpresa.
Me postulé para la alcaldía de Choloma. Me fue mal por las trampas que me hicieron los nacionalistas, lo mismo que me querían hacer en Libre. Pero me gusta.
Sí, quien diga que no está mintiendo. Así es la política.
Voy a postularme con un nuevo partido, la Democracia Cristiana.
Siguen diciendo algunos que me fui con una mujer. Es cierto, pero no fue que me escapé. ¿Y quién no se escapa de esta vida? Tuve que irme asilado porque fui testigo de un crimen circunstancial.
Soy diputado por un colchón de votos de Libre, pero la colchoneta que al final determina mi elección fue de otros partidos.
Sí, y tuve éxito. Hasta me agarré con un policía una vez y me llevaron preso varias veces.
Jamás. Denuncié que me querían robar la diputación por intereses. Pero no subsanaron errores. Siempre me rebelaré ante quien sea.
No voy a negar que mi situación ha mejorado. No es lo mismo andar pidiendo ayuda a los amigos abogados para que metan algún escrito que tener un salario. En mi primer año de diputado tuve que empeñar cosas.
Siempre que puedo.
Lo dijo
El acoso escolar
Coto cuenta cómo sufrió de acoso en la escuela, razón por la cual aprendió defensa personal en el transcurso de su vida. Se considera explosivo, mas no violento. Aplaude ley contra el acoso.