“Nahuaterique es tierra de nadie”, dicen los pobladores de este ex bolsón otorgado a Honduras hace 18 años por la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Al delimitar la frontera entre Honduras y El Salvador, el máximo tribunal de justicia internacional afectó, según los pobladores, a esta comunidad de 7,500 habitantes que ahora claman porque el Gobierno hondureño los tome en cuenta y lleven el desarrollo a la zona.
El ex bolsón está compuesto por tres aldeas y 18 caseríos, cuyos pobladores se sienten olvidados, como si estuvieran “a la buena de Dios”.
El 80% de las personas que viven en esa zona nacieron siendo salvadoreños, según informaron a los enviados de LA PRENSA.
Abandono
El fallo de La Haya no sólo complicó la vida de miles de salvadoreños, sino que también la de hondureños, quienes dejaron sus propiedades bajo jurisdicción de otro país de la noche a la mañana.
Ante la apatía de los gobernantes hondureños, los habitantes de Nahuaterique decidieron en 2009 organizarse y celebrar una elección de autoridades municipales, que aunque fue catalogada como ilegal, buscaba tener representado al ex bolsón ante las autoridades del país.
“Ni a El Salvador ni a Honduras les ha interesado lo que pasa con Nahuaterique. Entendemos que somos de Honduras, pero no tenemos apoyo de ningún lado, por lo que tenemos que hacer la lucha y buscar ayuda.
Estamos organizados a nivel de la comunidad y lo que nos urge es que las autoridades puedan declarar a Nahuaterique como municipio; eso sería muy bueno para nosotros, pues contaríamos con presupuesto para ejecutar obras y proyectos.
Por ahora ninguna alcaldía nos tiene como parte de su territorio, estamos a la mano de Dios”, expresó Óscar Alberto Argueta, líder y “alcalde” que los habitantes eligieron el 3 de mayo de 2009.
Las demandas de los pobladores de Nahuaterique siguen siendo las mismas de hace 18 años, o sea, atención en el área de la salud, educación e infraestructura.
El Tratado General de Paz suscrito el 30 de octubre de 1980 entre Honduras y El Salvador en Lima, Perú, empezó la delimitación de 232.5 kilómetros de los 374.5 kilómetros de frontera de la zona que estaba en disputa.
Eran 142 kilómetros de longitud y 437.9 de extensión.
En el tratado se definieron siete sectores de la frontera terrestre: El Trifinio, desde el Cerro El Zapotal hasta la quebrada Gualcho; del Río Sumpul al Río Palacio; desde el río El Amatillo hasta el río Lempa; del río Negro al río Torola; del Cerro Coloradito hasta la quebrada Manzupucagua y desde el paso del río Unire hasta el río Goascorán
Quedaba aún por definir seis sectores de frontera terrestre, insular y marítima: Tepangüisir, Las Pilas o Cayaguanca, Acartao o Zasalapa, Sabanetas o Nahuaterique, Momteca o Poloros, desembocadura del río Goascorán y Golfo de Fonseca.
Ante la falta de acuerdos en la delimitación, la Corte Internacional de Justicia en La Haya emitió su sentencia el 11 de septiembre de 1992.
Una de las zonas en disputa era el ex bolsón de Nahuaterique, llamado también Sabanetas, que era la porción más grande en territorio, con una extensión de 161.5 kilómetros en disputa.
La Corte Penal Internacional le otorgó a Honduras 142.875, constituyendo casi la totalidad del mismo, el restante le fue adjudicado a El Salvador.
Futuro municipio
Las acciones para que Nahuaterique sea municipio han comenzado, sus pobladores consideran que ya cuentan con las condiciones necesarias para obtener su autonomía.
“La Secretaría de Gobernación pide varios requisitos. Tenemos el estudio socioeconómico de la comunidad y esperamos que el proceso de nacionalización se agilice porque somos más de dos mil pobladores esperando que el Gobierno tome acciones en ese sentido”, indicó Eleuterio Gómez, líder de la comunidad.
Si el Gobierno aprobará la solicitud que los 7,500 habitantes le gestionan, Nahuaterique se convertiría en el municipio 19 de La Paz.
“Confiamos que tomen en cuenta nuestra situación y la necesidad urgente que tenemos de convertirnos en municipio. Esa independencia garantizaría que el desarrollo para nuestras comunidades sea una realidad. Confiamos en la voluntad de las autoridades”, dijo Mario Mejía, otro poblador desesperado de Nahuaterique.