Los hondureños tendrán que esperar por lo menos un año para tener una red vial reconstruida, y alrededor de cinco años para contar con nuevas obras que eviten las devastadoras inundaciones que afectaron este mes el valle de Sula.
La Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) ha sumado que Eta y Iota causaron daños (entre parciales y totales) en más de mil tramos de carretera y en alrededor de 20 puentes en todo el país.
Datos
3- represas en el occidente. El valle de Sula necesita represas para evitar nuevas inundaciones.
5- años, tiempo promedio que demora la construcción de represas.
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La Comisión para el Control de Inundaciones del Valle de Sula (CCIVS) ha encontrado más de 140 roturas en los bordos del sistema de protección, el cual estará reparado en cuatro meses con una inversión de L300 millones.
En tanto, el Gobierno (si comenzara hoy) demoraría unos cinco años en las construcción de las represas El Tablón, Los Llanitos y Jicatuyo, las cuales pondrían fin a las catástrofes provocadas por fenómenos altamente destructivos con ciclos de ocurrencia de 20 años aproximadamente, como los huracanes Fifí (1974), Mitch (1998), Eta y Iota (2020).
Puentes y carreteras
Arnulfo Pineda, profesor de ingeniería de puentes y estabilidad de taludes en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula (Unah-vs) y responsable de dirigir las obras del consorcio Siglo XXI en San Pedro Sula, considera que todo 2021 transcurrirá en la reparación de infraestructura dañada y en la construcción de nuevas obras.“Hay bastantes derrumbes y carreteras afectadas. Estimo que para este año se pueden rehabilitar, pero no hay que construir muchos puentes y carreteras (…). A finales de 2021 podemos tener las carreteras que teníamos (…). La construcción de un puente puede demorar de 10 a 12 meses, depende de su longitud, anda entre un año y año y medio. Si hay condiciones lluviosas es más lento y se atrasan algunos elementos del puente”, opinó Pineda, con 40 años de trabajar en la firma de ingeniería y arquitectura Saybe y Asociados.
![]() También afectaron puentes. En el valle de Sula, el exhorbitante volumen de agua desbordó los ríos Chamelecón y Ulúa, también los respectivos canales de alivio. Los muros de todo el sistema de protección quedaron con roturas.
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“Los puentes no fallan por la estructura misma, fallan en las aproximaciones, la localización y, en otras ocasiones, la longitud”, dijo. En las últimas dos décadas, según Pineda, la ingeniería de puentes ha mejorado, pues los hacen con las “especificaciones americanas”; sin embargo, en ciertos proyectos, los ingenieros se ven obligados a ceder a las presiones de los funcionarios del Gobierno que, argumentando carecer de suficientes recursos, exigen estructuras que no responden a los diseños pertinentes.
Niveles
Los canales Maya y Chotepe evitaron que la inundación alcanzara niveles mucho más catastróficos.
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“Ninguna de esas obras sufrió daño. Siglo XXI reparó el puente de río Blanco. Hizo una obra que ha funcionado a las mil maravillas, unos muros y un cimacio en forma de u, y se le puso una losa de protección aguas abajo y escolleras. Eso ha estabilizado el cauce y el puente no tiene ninguna amenaza”, explicó.
Elvin Adil Cárdenas, directivo del capítulo regional del Colegio de Ingenieros Civiles de Honduras (CICH), coincide con Pineda y plantea que “la reconstrucción de la infraestructura del país va a tomar su tiempo dependiendo de las alternativas propuestas, esto depende si son a corto, mediano o largo plazo, según el grado de complejidad de la obra”.
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En los últimos días, el Batallón de Ingenieros y la Secretaría de Desarrollo Comunitario, Agua y Saneamiento (Sedecoas) han trabajado en la rehabilitación de tramos y puentes dañados, como el que está sobre el río Higuito, el cual conecta Lempira con Copán.
Hace poco, el presidente Juan Orlando Hernández anunció que Inversión Estratégica de Honduras (Invest-H), Sedecoas y la Secretaría de Infraestructura y Servicios Públicos (Insep) serán las entidades responsables de reconstruir la infraestructura dañada con una inversión de unos L1,200 millones.
3 claves de la reconstrucción. En el proceso de reconstrucción participan diferentes instituciones que ejecutarán un precupuesto superior a L1,200 millones:
1- Responsables del proceso. Inversión Estratégica de Honduras (Invest-H), la Secretaría de Infraestructura y Servicios Públicos (Insep) y la Secretaría de Desarrollo Comunitario, Agua y Saneamiento (Sedecoas) son las responsables de reconstruir la red vial.
2- Reparación de los muros. La Comisión para el Control de Inundaciones del Valle de Sula (CCIVS) es responsable de identificar y reparar las roturas que causaron Eta y Iota en los bordos de los ríos Ulúa, Chamelecón y en los canales Maya, Chotepe y Martínez, de la región norte.
3- Represas en el occidente. En 2015, el Gobierno designó a Invest-H para que dirigiera la construcción de la represa de usos múltiples El Tablón. Desde hace más de una década, la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee) asumió la responsabilidad de Los Llanitos y Jicatuyo.
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Sistema de protección
Luego de que todo el sistema de canales de alivio resultara destruido por los altos volúmenes que excedieron su capacidad, para el valle de Sula, además de rehabilitar puentes y carreteras, es urgente instalar represas de control de caudales en el occidente del país con el fin de evitar una nueva devastación.Sergio Villatoro, director ejecutivo de la CCIVS, le informó a Diario LA PRENSA que técnicos de esa institución realizaron un recorrido después de Eta, “obviamente donde las condiciones permitieron”, para identificar los problemas y hacer un recuento de los daños, y encontraron 140 rupturas, número que aumentó con Iota.
“Nosotros habíamos identificado un total de 140 puntos con fallas en las dos cuencas, tanto en el Ulúa, como en el Chamelecón. El Chamelecón incluye canal Chotepe y canal Maya, y el río Ulúa tiene siete alivios, tres que alimentan al río Chamelecón y cuatro que tienen salidas a través del canal Martínez al río Tinto”.
En estos días, esa institución continúa buscando daños; no obstante, por el momento, es difícil detectarlos porque aún hay zonas anegadas. Al mismo tiempo comenzó a trabajar en la restauración de los puntos “donde las condiciones lo están permitiendo”.
Explicó que esa entidad, en primera instancia, reparará los bordos que integran el primer nivel de protección, es decir, el sistema que sirve de contención en zonas altamente pobladas.
“En La Lima tenemos siete puntos con fallas. Trabajaremos si es posible las 24 horas del día para repararlos en una semana”. Para rehabilitar los bordos de manera expedita contratarán un número importante de empresas que trabajarán al mismo tiempo en diferentes puntos.
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La CCIVS, según Villatoro, no pretende “hacer trabajos provisionales, paliativos, implementará una solución definitiva” con un presupuesto mínimo de L300 millones en un período de cuatro meses.
En estas semanas, la institución “se enfocará en las áreas de alta densidad poblacional porque los frente frío están a la vuelta de la esquina y nos traerán lluvias que generarán variaciones en los niveles de los ríos”.
Aclaró que “al canal Maya se le ha dado mantenimiento” y que incluso “en una intervención, la cual se hizo viral, el alcalde de La Lima aseguró que a él le consta que los trabajos se han hecho”.
A Villatoro le preocupa que la población de La Lima crea que solo los canales Chotepe y Maya son suficientes para evitar catástrofes. “Para desaparecer el fantasma de las inundaciones es necesario construir estos proyectos macros que conciernen a la retención de esos volúmenes extraordinarios, que son las presas Los Llanitos y Jicatuyo en la cuenca del río Ulúa y la represa de usos múltiples en la cuenca del río Chamelecón. Ese tipo de soluciones integrales son las que vendrán a resolver esta problemática”, aclaró.
“La construcción de Los Llanitos y Jicatuyo puede demorar entre cinco y seis años, El Tablón puede ser menos, una ponderación media puede ser cinco años. Tenemos el ejemplo de Patuca III”.
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