27/04/2024
07:19 PM

Honduras: Alarmados por extraño padecimiento de jóvenes en Guajiquiro

Pobladores de San Miguel, en Guajiquiro, viven en zozobra porque los muchachos sufren convulsiones y calambres. Piden que lleguen especialistas para saber qué les está pasando.

La Paz, Honduras

Incertidumbre y preocupación invaden a unas 600 familias de la comunidad lenca de San Miguel, en Guajiquiro, La Paz, donde de repente jóvenes y niños se desvanecen o salen corriendo sin control rumbo al cementerio de la localidad.

Los aldeanos están en zozobra. Nadie les da una explicación del padecimiento que viven los muchachos que han abandonado las clases en el único centro básico del pueblo.

Dato
Un total de 22 jóvenes y niños padecieron comportamientos extraños, pero 17 ya se encuentran estables, dijeron vecino.
Un equipo de Diario LA PRENSA recorrió la montaña por más de tres horas hasta llegar a San Miguel, y los periodistas pudieron observar lo que ocurría.

Los padres de familia estaban reunidos en el centro comunal y de inmediato comenzaron a relatar lo que les está pasando.

La madre de un pequeño de nueve años se acercó a una de las casas donde los pastores oraban, pero mientras esperaba su hijo se desvaneció.

Un grupo de pastores llegó a la comunidad de San Miguel, en lo alto de la montaña, para orar por los jóvenes, algunos mostraron comportamientos violentos.

Mario Adalid López, presidente de la Asociación de Padres de Familia, contó que desde finales de septiembre uno de los muchachos comenzó con calambres en sus manos y pies y se desvaneció en el centro básico donde estudia, luego otros en sus casas o en las calles.

Con los días, el problema empeoró porque querían salir corriendo para el cementerio, donde se suponía iban a comer tierra y otros decían que a enterrar unos papeles. Dicen que todo empezó después de la muerte de un joven de la localidad, y es a la tumba de él donde corren los afectados. Los jóvenes son estudiantes de octavo y noveno grado del centro básico, y otros menores, quienes han presentado similares síntomas.

Ayer, mientras padres de familia estaban reunidos en el centro comunal de la aldea, un grupo de pastores evangélicos comenzó a visitar las casas donde encontraron a los muchachos vigilados por amigos o familiares.

Las oraciones no pararon mientras las madres de los jóvenes lloraban e imploraban porque ya no sufrieran.

Oraciones

La madre de un pequeño de nueve años se acercó a una de las casas donde los pastores oraban, pero mientras esperaba su hijo se desvaneció. Minutos antes, el pequeño andaba tranquilo, se paró cerca de un árbol donde comenzó a llorar y movía los dedos de sus manos. “Así comienza, yo quiero ayuda no quiero ver a mi hijo así”, imploró la madre.

Al pequeño tuvieron que sostenerlo y llevarlo adonde los pastores, ahí cayó al suelo intentando vomitar y hacer movimientos con su lengua.

Ese tipo de comportamiento también lo mostró otro de los muchachos de nombre Elmer, quien se levantó de una cama y quiso atacar a las personas que estaban a su alrededor. Entre tres hombres tuvieron que dominarlo.

“Después de que personas con buena voluntad vienen a orar o rezar por ellos, se tranquilizan, queremos que esto ya termine”, dijo Eutalio López Martínez, tío de Elmer. Recordó que semanas anteriores “los muchachos estaban más graves, pero no queremos que digan que hicieron ritos diabólicos, porque somos una comunidad católica y ellos son estudiantes, futuro de estas familias”.

Foto: La Prensa

Piden que lleguen especialistas para saber qué les está pasando.
El sacerdote de la iglesia de Aguanqueterique llegó el martes a hacer una misa a la que llevaron a cinco jóvenes afectados “todos comenzaron a convulsionar y después ya quedaron un poco tranquilos”.

El padecimiento de los muchachos no solo afecta a sus familias sino a toda la comunidad.
Daysi Maribel Corea, madre de un menor de 15 años, dijo que el papá lo llevó al hospital de La Paz donde lo internaron dos días y le dijeron que no tenía nada, “solo le pusieron suero”.

Les indicaron que le hicieran un examen cerebral y el papá lo llevó a San Pedro Sula, pero hasta dentro de 15 días le dan los resultados, por lo que no saben aún qué le sucede.

Un médico general llegó a evaluar a los cinco muchachos, que aún presentan comportamientos extraños, pero no les dio ningún diagnóstico.

Uno de los que fue afectado, que ya no presenta comportamiento violento, dijo no recordar nada, pero en su semblante se le observaban tics nerviosos.

La comunidad pide al Gobierno que les ayude con médicos especialistas y medicamentos, pues en el centro de salud la mayor parte del tiempo no hay ni una pastilla.

Foto: La Prensa

Todos los pobladores están alarmados por los extraños acontecimientos.
Experto: Se debe enviar una brigada

El psiquiatra Javier Uclés dice que es necesario investigar si los afectados ingirieron alguna sustancia que les haya provocado el cambio de conducta.

Además, es necesario que al lugar llegue una brigada con un médico general, un psiquiatra y un psicólogo. “También es necesario llevar medicamentos, tipo ansiolíticos inyectables para aplicar a los afectados con cuadro histérico conversivo e interrogar a familiares de los afectados”.

El especialista es del criterio que esto se resolverá sin consecuencias posteriores, pero hay que ir al lugar, el cuadro histérico o histriónico colectivo es cuando el paciente está muy nervioso, simula actitudes extrañas e infantiles incontrolables, “se ve mucho en adolescentes, mujeres sobre todo y varones también, puede ser unipersonal o en pequeños grupos o hasta colectivos en área rural y urbana de mucha imaginación”.

Foto: La Prensa

Pobladores de San Miguel, en Guajiquiro, viven en zozobra.