La decadencia de la civilización maya comenzó hace unos 1,100 años, cuando los millones de indígenas que trabajaban en la construcción de altos templos piramidales y palacios comprendieron que sus reyes no eran dioses, explicó el antropólogo español Andrés Ciudad.
El colapso de este pueblo, que contó con destacados matemáticos, astrónomos e ingenieros, llegó cuando sus monarcas dejaron de ser inmortales a los ojos de sus ciudadanos, subrayó Ciudad, vicedecano de la facultad de geografía e historia de la Universidad Complutense.
Los habitantes de las tierras mayas, que ocupaban zonas de los actuales Guatemala, El Salvador, Belice, Honduras y México, comprendieron que no había razón para “dejarse la piel” en la construcción de edificios faraónicos y templos destinados al enterramiento de reyes sin “privilegios celestiales”.
Guatemala Ruta Quetzal, en el poblado de Machaquilá, 150 kilómetros al sur de Tikal.
El estudio, el cual debilita las teorías que atribuían la muerte de esta civilización a luchas tribales o episodios prolongados de sequía, ha permitido además confirmar que los mayas no construyeron un imperio como tal, sino que forjaron una serie de estados descentralizados donde, junto a los reyes, gobernaba una casta de nobles.
El colapso de esta civilización, conocida por perfeccionar un calendario asociado al movimiento de la Luna, el Sol o Venus, fue lenta y necesitó siglos, según el arqueólogo. La paulatina propagación del proceso, que empezó en occidente, explica que la actividad de grandes centros urbanos como Tikal, Yaxhá o Uaxactún cesara en el siglo IX, a finales del período clásico maya y que, se mantuviera en Copán, Honduras, hasta el siglo XIII.
Fruto de todo ello es la diversidad y riqueza del patrimonio maya que pueden apreciarse en Santa Rita de Corozal o en Lamanai, la tierra del “cocodrilo sumergido”, al norte de Belice, donde vivieron más tiempo. Pero el experto dice que no sólo la cultura de las comunidades mayas se encuentra amenazada por la acción del “nuevo mundo global”, sino también su patrimonio y su entorno a causa “de la ambición” de los saqueadores de tesoros, madera y animales.
Honduras Túnel en el Templo Rosalila en el interior de la pirámide 10L-16, Acrópolis de Copán.
La civilización maya se extendió por el sur de Yucatán, parte de Guatemala y Honduras, entre los siglos III y XV.
No constituían un estado unificado, pues se organizaban en varias ciudades-estado independientes entre sí que controlaban un territorio amplio.
Edificios
Las construcciones mayas se hicieron de madera y piedra. Entre las maderas se prefirieron la caoba y el zapote, por ser resistentes a los ataques de las termitas.