Cinco multimillonarios, tres generales, un puñado de mujeres y todos ellos conservadores: el presidente electo Donald Trump está designando a ricachones poco ortodoxos y blancos en su mayoría para dirigir Estados Unidos a partir del 20 de enero.
Muchas de las nominaciones de Trump sugieren que se prepara para alterar el orden político que dominó en Washington durante los últimos ocho años.
Algunos de los nuevos miembros del gabinete se han pronunciado contra la protección de los trabajadores y las regulaciones empresariales y medioambientales dispuestas por el presidente Barack Obama.
De las 13 personas ya designadas para el Ejecutivo de Trump o para posiciones en su círculo más cercano, la mayoría son hombres blancos, como la base de sus partidarios.
Hay cuatro mujeres, dos personas de origen asiático, una negra y ninguna hispana.
Los millonarios
Trump ha ofrecido puestos a varios millonarios y multimillonarios, señal de su conformidad con que Wall Street ejerza una renovada influencia en la economía estadounidense.
Entre ellos se encuentra Wilbur Ross, un inversor que hizo fortuna comprando empresas en bancarrota y transformándolas para lograr grandes beneficios con ellas, quien será secretario de Comercio.
La futura secretaria de Educación, Betsy DeVos, es una gran donante que promueve alternativas a las escuelas públicas financiadas por los contribuyentes; y a Linda McMahon, quien dirigió entre 1994 y 2010 la empresa World Wrestling Entertainment (WWE), dedicada a la organización de encuentros de lucha libre profesional, la nombró al frente de la Agencia federal para el desarrollo de las pequeñas empresas.
El cuarto millonario del equipo de Trump es Todd Ricketts, el copropietario del club de béisbol Cachorros de Chicago, futuro vicesecretario de Comercio. El rico ejecutivo de restaurantes de comida rápida Andrew Puzder fue designado para ser el secretario de Trabajo.
El próximo jefe de la diplomacia, el petrolero Rex Tillerson, tienen una fortuna de 325 millones de dólares; mientras que la del que será secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, es de unos 300 millones, siempre según Forbes.
“Un periódico me criticó: ¿Por qué no puede haber gente de recursos más moderados?”, les dijo Trump a sus simpatizantes en Iowa el jueves. “¡Porque quiero a personas que hicieron una fortuna!”, explicó.
Los generales
Los militares a los que está designando cuentan con una amplia experiencia, lo que podría ayudar a un neófito de la política como Trump a moverse con soltura en la escena internacional.
Pero con cuatro generales retirados ya nombrados para su gabinete o para su círculo más cercano, Trump está siendo criticado por militarizar al poder Ejecutivo.
Trump también designó que el Departamento de Seguridad Interior lo dirija el general retirado John Kelly, un cargo que incluye el manejo de áreas críticas como la inmigración y el control de fronteras.
Previamente había anunciado el nombre del general retirado James Mattis para la Secretaría de Defensa. Su nombramiento oficial requerirá que se apruebe una exención a una norma que obliga a que los funcionarios hayan pasado siete años fuera de las fuerzas armadas antes de asumir cargos ministeriales. Mattis se jubiló en 2013.
El asesor de seguridad nacional de Trump será el general retirado Michael Flynn, un exjefe militar de inteligencia que ve al islamismo radical como la mayor amenaza para la estabilidad global.