Muchas personas sufren de unas dolorosas rodillas artríticas, pero un estudio reciente encuentra que usar el tipo correcto de zapato podría ayudar a aliviar la incomodidad.
Los pacientes con artritis de rodilla tendrán un mayor alivio del dolor si eligen usar zapatos resistentes y con soporte en lugar de un calzado bajo y flexible, encontraron unos investigadores de Australia.“Un ‘zapato resistente y con soporte’ ofrece estabilidad al pie, mediante características de control del movimiento; por ejemplo, una plantilla ortopédica”, explicó la autora del estudio, Rana Hinman, profesora de fisioterapia de la Universidad de Melbourne.
“También tiene un talón grueso y acolchado y una suela que no se dobla con facilidad”.Al contrario, anotó Hinman, “un ‘zapato bajo y flexible’ pesa menos, no tiene una plantilla ortopédica ni características de control del movimiento, tienen un talón bajo con un acolchado mínimo o sin acolchado, y una suela flexible que se dobla con facilidad”.
Como anotó el equipo australiano, a las personas con unas rodillas frágiles y dolorosas con frecuencia se les aconseja que usen zapatos con soporte; pero hay una corriente de pensamiento que plantea que los zapatos flexibles podrían ofrecer un mayor beneficio, ya que proveen una experiencia más parecida a andar descalzo.En este estudio, esta última teoría no fue la ganadora.
Tras trabajar con 164 pacientes con artritis de rodilla en el área de Melbourne, el equipo de Hinman encontró que “un 58% de las personas que usaron zapatos resistentes con respaldo experimentaron una reducción significativa en el dolor de rodilla al caminar, en comparación con apenas un 40% de las personas que usaron zapatos bajos y flexibles”.
Al final, el equipo determinó que si bien los zapatos estables no devolvieron una mayor capacidad a los pacientes que los zapatos flexibles, sí ofrecieron una ventaja respecto a la reducción del dolor de rodilla y cadera, así como ayudaron a mejorar la calidad de vida.