Linfoma, el tipo de cáncer que se está volviendo común entre los hondureños

Si usted se palpa un bulto en los ganglios u otras partes debe ir al médico

  • 16 sep 2020

San Pedro Sula, Honduras

El linfoma es un tipo de cáncer que se está volviendo común entre los hondureños, sobre todo en la población masculina.

Se produce cuando surge un fallo en la forma de actuar de los linfocitos (células que forman parte del sistema inmunitario). Esto provoca la creación de una célula anormal que se convierte en cancerosa.

PARA SABER
Los diferentes tipos de linfoma de Hodgkin crecen y propagan diferente. Mientras el linfoma no Hodgkin es un cáncer que comienza en los glóbulos blancos o linfocitos que forman parte del sistema inmunitario.
Una de las características de este cáncer es que tiene origen en los ganglios linfáticos y, al igual que el resto de linfocitos, los cancerígenos pueden crecer en muchas partes del cuerpo: nódulos linfáticos, médula ósea y distintos órganos, etc.

“Aparece en ambos sexos, mujeres y hombres adultos, y se le conoce como linfoma de Hodgkin o NHL. También surge en niños, y en el caso de ellos se llama linfoma no Hodgkin o LNH.



Aunque no tenemos una estadística nacional, aquí en la Liga hemos visto que se ha convertido en el cuarto tipo de cáncer entre los hombres, hay mucha incidencia”, dice Suyapa Bejarano, oncóloga clínica de la Liga contra el Cáncer. Cada 15 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Linfoma.

Cómo detectarlo.

El síntoma más común que puede hacer sospechar sobre la aparición de un linfoma es la presencia de un bulto. Los lugares más habituales donde se encuentran son cuello, axila e ingles, y casi nunca son dolorosos.

“El problema es que se manifiesta como un nódulo, un ganglio o una seca, como le llama la gente, en la ingle, axila o cuello. Entonces las personas se automedican pensando que es una infección por la cultura popular y hace que se tomen medidas que a veces nos retrasan el diagnóstico de los pacientes, por eso mucha gente conoce que sufre este mal en etapa tardía”, expresa la especialista en Oncología.

La fiebre superior a 38º, fuertes sudoraciones nocturnas y la pérdida de peso pueden ser otros síntomas de esta enfermedad. También aparecen otros síntomas más locales como adenopatías periféricas o agrandamiento del bazo (esplenomegalia).

Bejarano expresa que tenemos una red de ganglios linfóticos, como una malla, drenan prácticamente todos los órganos del cuerpo, entonces cuando estas células se malignizan rápidamente se distribuyen por esa red, por eso cuando se hacen los estudios para evaluar la extensión de la enfermedad encuentran que el paciente clínicamente puede tener un ganglio en el cuello.

“Cuando se hacen los estudios de imágenes nos encontramos que tienen en el tórax o abdomen, y eso nos va dando la idea de la agresividad del tumor y el tipo de tratamiento que vamos a indicar”.

¿Qué lo provoca?

El factor genético es uno de los detonantes, todos tenemos oncogenes, pero no a todas las personas se les disparan, multiplican o reproducen estos factores genéticos infecciosos.

“Si yo de niña tuve una infección severa es necesario darle seguimiento a esto porque es una enfermedad que se puede presentar dentro de 5 o 15 años, por eso uno debe hacerle su perfil y ver si es propenso, por eso una de las visiones que tenemos es hacer un censo y sobre todo educar a la población sobre todos estos tipos de cánceres”. Afortunadamente hay tratamientos para esta enfermedad; sin embargo, muchos son onerosos para el paciente.

“Hay tres o cuatro líneas de tratamiento, y hay medicamentos para diferentes líneas celulares, por eso hacemos un tratamiento personalizado porque habrá que tener en cuenta factores como “el pronóstico, la edad y la fase de la enfermedad”, manifiesta Bejarano.

Si se sospecha de la existencia de un linfoma hágase un amplio diagnóstico diferencial (se identifica la enfermedad mediante la exclusión de otras posibles causas) con otro tipo de enfermedades virales o bacterianas e, incluso, enfermedades reumatológicas. De hacer un diagnóstico temprano hay muchas esperanzas de vida.

Recomendaciones

Alimentación adecuada para evitar la malnutrición y sus consecuencias, como la sensación de debilidad y astenia, que se caracteriza por fatiga, desmotivación y cansancio.

Una dieta equilibrada es fundamental, en la que estén presentes carbohidratos, proteínas y grasas. Lo más conveniente es que la nutricionista le dicte una dieta.

El ejercicio físico es bueno, siempre y cuando se haya consultado con el doctor. Puede ser beneficioso para las defensas inmunológicas.

Una de las recomendaciones es que la persona se informe sobre la enfermedad, cómo sobrellevarla para mantenerse bajo control.

Si usted es una de las personas que ha sufrido de infecciones o tiene herencia de este tipo de cáncer es necesario que se haga chequeos.