Sus pies hablan mucho sobre cómo está su salud

La diabetes, sobrepeso y la trombosis venosa afectan severamente sus pies

  • 20 ene 2021

Redacción

Los pies son nuestro principal medio de locomoción, pero solo nos acordamos de ellos cuando nos duelen o los vemos dañados por cualquier enfermedad.

Con una estructura de 26 huesos, 107 ligamentos, 33 articulaciones y 20 músculos, el pie es una de las partes del cuerpo que más abuso sufre y menos cuidamos, pero de nosotros depende empezar este nuevo año con buenos pies.

Aunque no lo crea hay una gran cantidad de patologías en los pies, como trombosis venosas, insuficiencias vasculares (venosas y arteriales), tromboflebitis, necrosis, además de alteraciones óseas como juanetes (Hallux valgus), dedos en garra, martillo, dedos superpuestos (clinodactiilia) y piess planos geriátricos, sin contar con los males dérmicos y en las uñas.

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Obesidad y diabetes

El sobrepeso lo sufre todo nuestro organismo, de tal manera que la causa del dolor de pies puede ser, efectivamente, esos kilitos de más. Molestias en los tobillos, fascitis plantar, aparición de espolones, dolor en la almohadilla grasa del talón.

En el caso de las personas con sobrepeso, apuntan que resulta “fundamental hidratar correctamente los pies” porque son muy propensos a padecer dolorosas grietas en los talones por varios motivos, como la mala vascularización en el pie, abuso de calzado en chancleta porque les resulta más cómodo de quitar y poner y falta de utilización de cremas hidratantes por tener reducida la movilidad.

Lo más recomendable es llevar un estilo de vida saludable y bajar esas libras. Otra causa común es si tiene diabetes, sus niveles de azúcar en la sangre son demasiado altos. Con el tiempo, esto puede dañar los nervios o los vasos sanguíneos.

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El daño a los nervios que produce la diabetes puede hacer que pierda la sensación en los pies. El riesgo de padecer ulceración, infección y/o gangrena del pie asociado a la neuropatía diabética puede ser grave, por eso es necesario que lleve el control de la azúcar.

Qué hacer

Lo más importante, siempre, es saber elegir un buen calzado. Lo principal es que sea de la talla correcta. Es decir, que no quede holgado para que no fuerce nuestra musculatura, pero tampoco nos apriete y dificulte nuestra circulación o cause rozaduras.
Utilizar calcetines de fibras naturales, que permitan una buena transpiración y eviten el exceso de sudoración.

Llevar a cabo ciertos cuidados de higiene diarios: lavarnos con jabón neutro, secar suavemente e hidratar seguidamente.

Incrementar el consumo de ciertos alimentos y beber mucha agua. Una correcta hidratación ayudará a nuestra circulación y evitará que nuestros pies se enfríen.

Alimentos con vitamina C, E y K y especias como cayena, cúrcuma, canela o pimienta también serán beneficiosos.

Es recomendable acudir cada seis meses o, al menos, una vez al año a la consulta del podólogo.

Cosas que debes evitar

Usar calzados que no tengan suela antideslizante y que no sean impermeables.
En el caso de los de tacón, hay que procurar que no superen los siete centímetros y el tacón sea lo más ancho posible, de lo contrario causará un daño en ellos que después le pueden pasar factura.

El alcohol y el tabaco pueden afectar negativamente los pies. Tampoco es conveniente el exceso de consumo de cafeína, ya que puede comprimir nuestros vasos sanguíneos o de mariscos, que aumenta el ácido úrico.

Estar mucho tiempo con los pies inmovilizados puede afectar de forma negativa.
Aunque lleguemos a casa con los pies fríos, debemos evitar acercarlos a focos de calor directo. Es necesario descansar y luego quitarse el calzado.

Aunque siempre es importante evitar las malas prácticas deportivas, debemos prestar especial atención a la forma de realizar los ejercicios. Con el clima fresco puede aumentar la facilidad de lesionarse o sufrir ciertas alteraciones.