El ascenso a la fama de la primera mujer trans en Honduras y su trágico desenlace
Sigfrida Shantall fue la primera persona hondureña en realizarse una cirugía de cambio de sexo. Un terrible crimen le arrebataría la vida.
- 25 de enero de 2025 a las 14:35 -

Odontóloga de profesión y conocida como la primera mujer transexual en Honduras, Sigfrida Shantall rompió los paradigmas de su época. Un terrible crimen le arrebataría la vida de manera violenta.

Shantall, originalmente conocido como Sigfrido Pastor Argüelles, realizó estudios de Odontología en la Ciudad de México, y enseguida estableció su clínica dental en Catacamas, Olancho; allí recibía pacientes de todo el país, principalmente de Tegucigalpa, por su profesionalismo y avanzados conocimientos en este campo.

Sigfrido nació con una condición de hermafroditismo, lo que significa que tenía tejido ovárico y testicular. Desde temprana edad, experimentó una disforia de género, sintiéndose mujer a pesar de haber nacido con características masculinas.

En 1976, viajó a Nueva York, Estados Unidos, para someterse a una cirugía de reasignación de sexo, convirtiéndose en la primera persona en Honduras y Centroamérica en hacerlo. Este hecho causó gran conmoción en la sociedad hondureña de la época. Se estima que el costo de las múltiples operaciones y tratamientos especiales superó los 130 mil dólares.

Al regresar a Honduras una multitud inusual en Catacamas se congregó en el aeropuerto para recibirle. Era toda una figura notable en el país y Centroamérica, aparecía en las portadas de todos los diarios del momento; en su hogar recibía a decenas de hombres y mujeres que llegaban a la ciudad con el único propósito de conocerla. Según fuentes, incluso, contrajo matrimonio en dos ocasiones.

La historia de Sigfrida trascendió internacionalmente, llegando a ser entrevistada en dos ocasiones en el programa de televisión “Sábado Gigante”, conducido por Don Francisco. Durante estas apariciones, Shantall compartió su experiencia de vida y su perspectiva sobre temas de actualidad, ganándose el reconocimiento de audiencias en todo el continente.

Después de una prolongada batalla legal de 20 años, Shantall consiguió que el Estado la reconociera como mujer en noviembre de 1997. Recibió su documento de identidad con esa nueva asignación de género, lo que le permitió ejercer su derecho al voto en las elecciones generales de ese mismo año en Honduras.

Sin embargo, Shantall solamente gozaría del nuevo derecho por un corto período; pues, el 14 de mayo de 1998 se enfrentaría a los autores de su violento crimen. Fue asesinada en su hogar, donde la habrían golpeado y acuchillado múltiples ocasiones.

A pesar de que se especuló ampliamente que el crimen estuvo relacionado con su orientación sexual, los delincuentes también le robaron una considerable cantidad de joyas y dinero, lo que llevó a no descartar el robo como el principal motivo del asesinato.

En junio del 2002, tres personas fueron condenadas a 43 años de prisión por el asesinato de la odontóloga hondureña. Los responsables, Eliseo Oviedo Cano, Jorge Alberto Núñez y Briselda Lizeth Munguía, recibieron 36 años por el homicidios y 7 años por robo.

Sigfrida Shantall es recordada por muchos como una persona carismática y respetada por su comunidad en Catacamas. No solo se destacó por su profesionalismo como odontóloga, sino también por su calidez y humanidad.

Su rostro se encuentra en el mural del Centro Cultural de España en Tegucigalpa (CCET), junto al de otras mujeres que formaron parte de la comunidad LGTBIQ+ hondureña. Su caso incluso formó parte del libro “Catacamas – del ayer al año 2000”, del extinto periodista y escritor Winston Irías Cálix, donde se relata cómo sobrellevó Sigfrida Shantall la reacción de la gente a su cambio.

“Aunque Olancho es un pueblo machista, me decía, sé que sus habitantes mantienen un fiel respeto y consideración hacia la mujer; y, particularmente, Catacamas es una ciudad especial, bella, hospitalaria, progresista y civilizada.- No la cambio por otra; aquí me siento feliz.” -Tomado del libro “Catacamas – del ayer al año 2000″ de Winston Irías Cálix.