El comisario de la Policía Nacional, Cristian Nolasco, compartió los dramáticos momentos que vivió durante un enfrentamiento con un grupo armado en Catacamas, Olancho.
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Lo que comenzó como una intervención rutinaria cerca de una iglesia se transformó en un incidente de alto riesgo para el oficial, quien confesó haber temido por su vida.
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Nolasco relató que, al observar a varias personas armadas en las inmediaciones del templo, decidió actuar de inmediato y solicitó apoyo a un compañero.
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“Durante el forcejeo, le pedí a otro policía que desarmara a uno de los criminales”, afirmó,
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En medio de la tensión, el comisario enfrentó sus miedos y clamó a Dios:
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“En un momento pensé: ‘Dios mío, ahora me quitan la vida’. Gracias a Dios no me mató con el fusil; sentí un miedo profundo”, recordó.
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El enfrentamiento, sin embargo, no solo fue físico, sino también psicológico.
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Nolasco reveló que uno de los hombres intentó intimidarlo directamente: “Uno de ellos me dijo: ‘Si amás a tu familia, tienés que desaparecer’. Intentaba acorralarme, y todo parecía dirigido específicamente hacia mí”.
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Aunque aseguró desconocer a los agresores inicialmente, comentó que sospechaba que uno de ellos, de complexión delgada, podría ser un exmilitar:
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“Parecía tener una furia particular dirigida hacia mí”. Posteriormente, descubrió que estaba lidiando con miembros de la familia Amador, conocida en la región.
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La situación en Catacamas ha generado alarma. Según Nolasco, algunos periodistas locales han sido amenazados y, por miedo, han preferido evitar hablar del tema.
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La gravedad del caso se intensificó este martes, cuando el comisionado general Miguel Pérez Suazo reveló que un grupo criminal estaría ofreciendo una recompensa de un millón de lempiras por la vida de Nolasco.
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“Esta situación es seria, y se ha fortalecido la seguridad del comisario Nolasco”, aseguró Pérez Suazo.