Las primeras imágenes de la tumba de Francisco en la basílica Santa María la Mayor
Cardenales y miles de fieles visitan la tumba del Papa Francisco en Roma.
- 27 de abril de 2025 a las 00:00 -
Unas 30,000 personas acudieron desde primera hora de este domingo a la basílica romana de Santa María la Mayor de Roma para visitar la tumba de Francisco, abierta hoy por primera vez al público y donde hay largas colas de espera.
"Santa María la Mayor se ha convertido en un lugar de culto aún más concurrido", y desde su apertura esta mañana a las 07:00 hora local (05:00 GMT), al menos 30,000 personas se acercaron para visitar el sepulcro del pontífice argentino.
En el interior de Santa María la Mayor, reposa desde la víspera el papa en su tumba, de piedra y tenuemente iluminada, donde recibió sepultura en una ceremonia privada este sábado después de su multitudinario funeral.
Unas 200 personas hacían fila para entrar ya una hora antes de que la iglesia abriera sus puertas, según constató EFE, y durante la jornada hubo personas que llegaron a hacer hasta dos horas de cola.
El pontífice argentino fue despedido este sábado con un funeral solemne en la plaza de San Pedro del Vaticano y, acto seguido, su féretro atravesó la Roma más monumental en un cortejo fúnebre hasta llegar a Santa María La Mayor.
El entierro del papa Francisco en la basílica de Santa María la Mayor se produjo ante el cardenal camarlengo, Kevin Joseph Farrel, y los familiares del pontífice tras el funeral celebrado en la plaza de San Pedro ante 250.000 personas.
Este antiquísimo templo, uno de los cuatro papales de la ciudad y cuyos orígenes se remontan a un milenario milagro, fue el elegido por Francisco para construir su sepultura, pues custodia una Virgen de la que era muy devoto, la 'Salus Populi Romani'.
La sepultura se halla a un lado de la capilla que la alberga y consiste, tal y como pidió en su testamento, en una lápida sencilla de piedra de Liguria, la tierra de sus antepasados italianos, con una única inscripción: 'FRANCISCUS', en latín.
La tumba está en el suelo, dentro de un receptáculo abierto en la nave izquierda de la basílica, y en la pared, iluminado con un haz de luz tenue, a la altura de la vista, hay una réplica de la cruz pectoral que usaba Francisco, en plata y con el Buen Pastor.
Este domingo ante el sepulcro atrajo a una multitud de personas, que desfilaban ante él espoleadas por dos gendarmes que impedían aglomeraciones con órdenes insistentes en varios idiomas.
Esto porque entre los primeros que visitaron a Francisco hay un poco de todo: muchos religiosos, monjas, peregrinos del Jubileo o personas gratas con su ministerio, pero también de turistas que, ante la escena, no dudan en activar la cámara de su móvil.