El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, desató el caos en ese país tras anunciar sorpresivamente la ley marcial en una declaración televisada para proteger el “orden constitucional” de actividades “anti-estatales”, de las que acusa al principal bloque de la oposición, el Partido Democrático (PD), al que tildó de llevar a cabo “actividades anti-estatales”.