Ana y Daniel Parra, los hermanos que tienen dos hijos y buscan legalizar su relación
El caso de los hermanos Parra ha vuelto a viralizarse ahora que tiene dos hijos; tuvieran tres, pero se les murió una bebé
- Actualizado: 18 de diciembre de 2025 a las 15:11 -
Ana Parra, de 34 años, y Daniel Parra, de 30, son hermanos por parte de padre y viven como pareja en España. La historia comenzó en 2006, cuando se conocieron a través de Facebook, y la relación dio lugar al nacimiento de dos hijos, hoy de 5 y 3 años.
Aunque ambos están legalmente reconocidos como padres, no pueden formalizar su unión, ya que el Código Civil español prohíbe el matrimonio entre parientes directos. Desde hace varios años, la pareja impulsa una batalla legal y social para que la normativa sea modificada, luego de que su caso se hiciera público.
Ana, de nacionalidad española, sabía desde niña que su padre había formado otra familia y tenido un hijo. En abril de 2006, cuando tenía 20 años, localizó a su padre y a Daniel en Facebook. Al principio, Ana lo agregó desde un perfil falso por temor a “desmoronar todo su mundo”. Tras un breve intercambio, decidió presentarse con una frase directa: “Soy tu hermana”.
Ambos residían en Santa Eulalia de Ronsana, un municipio de Cataluña. Daniel, que entonces tenía 17 años, sabía que su padre había tenido una hija en un matrimonio anterior. Intentaron construir un vínculo fraternal, pero aseguran que la relación se sentía “forzada”. Daniel se mudó con Ana para compartir gastos y pasaban la mayor parte del tiempo juntos.
Antes de intentar tener hijos, la pareja consultó a ginecólogas sobre los riesgos genéticos derivados de su vínculo sanguíneo.
Según relataron, las especialistas les indicaron que el riesgo de enfermedades recesivas era solo un 4 % superior al de una pareja sin parentesco.
Ana quedó embarazada inicialmente de gemelas, pero perdió a una de ellas. Posteriormente, nació su primer hijo varón. En la actualidad, ambos niños, de 5 y 3 años, asisten a un colegio que acoge distintos modelos familiares.
El deseo de contraer matrimonio persiste, aunque la legislación española lo impide. El incesto dejó de ser delito en España en 1978, pero continúa prohibido el matrimonio entre familiares directos.
Daniel considera incoherente la restricción legal y lo resume así: “Todo es legal excepto que no podemos ser pareja legalmente”
La pareja aclara que su objetivo no es promover el incesto, sino acceder al derecho de constituirse como pareja legal. A través de su visibilidad pública, buscan impulsar un cambio legislativo.
Ante las críticas, Ana expresó su postura con una frase que resume su posición personal: “Me voy al infierno según el manual de moralidad ajena, pero al menos voy feliz y sin reprimir lo que soy”.
El debate sobre una eventual modificación de las restricciones matrimoniales en España continúa abierto a partir de su caso.