Honduras: cero tormentas impactaron en 2025 pese al pronóstico de 21 sistemas
Aunque la temporada ciclónica transcurrió sin impactos directos, un frente frío provocó inundaciones y afectó comunidades en el litoral Atlántico, que a un año de la tormenta Sara continúan vulnerables
- 16 de noviembre de 2025 a las 11:36 -
La tormenta Sara, la última que afectó Honduras, dejó a su paso en noviembre de 2024 más de 1,000 milímetros de lluvia en tres días, inundando vastas zonas del litoral Atlántico y marcando una de las emergencias más severas del país en los cuatro últimos años.
Familias enteras fueron evacuadas mientras las aguas cubrían calles y viviendas; Copeco contabilizó 250,908 personas afectadas durante la emergencia.
Albergues improvisados recibieron a 8,247 hondureños desplazados, muchos de ellos sin posibilidad de regresar a sus hogares debido a los daños estructurales. La destrucción de la infraestructura vial fue severa: 41 pasos vehiculares cortados y 65 carreteras dañadas dejaron incomunicadas a miles de personas.
El 15 de noviembre de 2024, junto con los tres días posteriores, fue devastador para miles de pobladores de Atlántida, Colón y las zonas bajas de El Progreso, Yoro. La tormenta Sara, que destruyó más de 5,000 viviendas y afectó 208 centros educativos, es la última que ha golpeado a Honduras en los últimos 12 meses.
El próximo 30 de noviembre culmina la temporada de huracanes en el Atlántico y el Pacífico. Ninguno de los 12 fenómenos que se formaron en el Atlántico afectó a Honduras. Se habían pronosticado 21 tormentas con nombre para la cuenca del Atlántico, pero ocho de ellas no llegarán a utilizarse.
A pesar de no haber sido afectado por ningún ciclón, Honduras espera al menos cuatro frentes fríos entre noviembre y diciembre. Estos provocan lluvias y descenso de las temperaturas.
Honduras ha sido identificado como el tercer país más afectado por fenómenos climáticos extremos en los últimos 30 años, según el Índice de Riesgo Climático Global publicado por la organización alemana Germanwatch.
Entre 1993 y 2024, Honduras sufrió desastres naturales que marcaron profundamente a su población y territorio. Su ubicación, en el corazón de Centroamérica y entre dos océanos, lo hace vulnerable a huracanes, tormentas, inundaciones y sequías recurrentes.
La vulnerabilidad de Honduras se ve agravada por factores socioeconómicos. La pobreza generalizada, la deforestación y la falta de planificación urbana adecuada.
Con Sara, el sector ganadero de Atlántida perdió más de 2,000 cabezas de ganado y 2,500 manzanas de arroz debido al desbordamiento de los ríos. “En bordos de contención no se hizo nada en un año; si se viene otra tormenta, los daños serán mayores”, lamentó Domingo Henríquez, presidente de la AGAA.
Tras Sara, el colapso del puente Saopín, sobre el río Cangrejal, interrumpió por completo la CA-13 entre Atlántida y Colón, causando un caos vial que duró meses. Dos meses después, el Gobierno inició la reconstrucción del puente Saopín, reabriéndolo parcialmente al tránsito a finales de julio.
El frente frío que afectó Honduras del 9 al 13 de noviembre de 2025 dejó 54,771 personas afectadas, 2.202 evacuadas y 975 damnificadas; además de 239 viviendas dañadas y 18 destruidas.