“Esta situación se dio porque la Policía Militar, por instrucciones de Ramiro Muñoz, director de la Policía Militar y del Instituto Nacional Penitenciario, gaseó el módulo de segregación. Cuando los privados de libertad recluidos ahí comenzaron a ahogarse, derribaron los portones de segregación para salir al exterior y poder respirar. Una vez afuera, se encontraron con un grupo de policías militares que los estaban esperando. Golpearon a todos los privados del módulo de segregación”, dijo el abogado Carlos Chajtur.